Para que nos vayamos entendiendo de una, esta súplica tiene como base hablar de rendimientos. Nada que ver con xenofobia ni esos conceptos que rápido se instalan y ni se conocen con exactitud.
Los extranjeros, qué tema; hay cada uno... los hay de varios sitios y dan unas migrañas...
Pero no a las defensas rivales, los porteros... hablamos como grandes afectados a los aficionados, que una y otra vez pone el grito en el cielo por un extranjero... y no para regocijarse.
Es un tema interno que no se revela porque aquí la "copia" está a la orden del día. Está bien, pero ¿qué métodos elegirán para incorporar un extranjero a un equipo en la Liga Mayor?
Algunos en la élite han revelado que usan Big Data, cada quién tiene sus procesos de selección cuanto más o menos rigurosos y una cuota de fe, claro está. De confianza, siendo más precisos.
Extranjeros impuestos por directivas, amigos de entrenadores, hay quienes vienen en combo de forma anticipada debido a la insistencia o exigencia de representantes... eso pasa aquí y en muchos países, pero no en todos.
Aquella preocupación que surge cada vez que un equipo entra en receso por haber sido eliminado o por el término de un campeonato ¿y qué traerán de extranjeros?
Entiendo que es una necesidad el tener jugadores quienes hagan la diferencia, pero está comprobado que no siempre los extranjeros son quienes cumplen ese rol.
Claro, algunos argumentarán que los goleadores son de firmas foráneas desde hace un buen rato. No uno, varios. Con data en mano.
A ver, el punto no es prescindir de extranjeros, para que se comprenda. El punto es traer a quienes verdaderamente hagan diferencia y no llenar los cupos porque sí, porque la gente lo pide.
El catálogo cada vez ofrece mejor talento a un precio más y más alto, de manera que el dinero usualmente manda para encontrar y contratar calidad.
No todos los extranjeros tienen que "pegar" a mil a la primera, hay una cuota de incertidumbre compensada con la confianza, aquí y en todos lados.
Pero es que específicamente en El Salvador, esa necedad de tener extranjeros a como dé lugar para "atraer la curiosidad", calmar las pasiones; eso debe ir cambiando.
¿Es una regla contratar foráneos para inscribir? no. ¿Es regla tener cuatro extranjeros para ser campeones por default? no. Hay un montón de mitos con respecto al fichaje de estos, cuestiones con las que no se puede planificar seriamente.
Es que no se adaptan, es que las canchas, es que el clima... las excusas están a la orden del día para justificar malos rendimientos.
Pero indigna que no puedan parar varios balones, que no tengan atino para meter centros o disparos, que no sean efectivos en el campo.
¿Y qué hay de los nacionales? ¿a ellos no hay que exigirles también? por supuesto, pero un extranjero promedio viene a devengar más salario que un salvadoreño casi por regla.
Tener extranjeros solo por razones de marketing es un grave error por parte de los clubes. Solo porque la gente diga con ilusión ¡a ver qué trae este! ¡dicen que es bueno! y que el ambiente se llena de optimismo.
Ni siquiera explotan la imagen de estos o les asignan otros roles para poderlos aprovechar por el mero hecho de ser extranjeros.
Por favor, ya basta. Da coraje ver a un foráneo no dar el ancho nada, exhibir pobreza de técnica, falta de inteligencia táctica...
Insisto, muchos son apuestas con votos de confianza, está bien, es para lo que da las finanzas, pero ¿cómo los eligen?
Por algún video de YouTube, por el currículo, por lo que cobra, por su nacionalidad, porque me lo recomendaron, porque me convenció su modo de hablar...
Ser más rigurosos en las formas de cómo fichan extranjeros les traerá, muy probablemente, mayor liquidez. Mejor tener uno y de calidad que cuatro que no den una ¿cierto?
Cambiar la manera de cómo fichar es un proceso que merece tiempo, estrategia, conocimiento, sean extranjeros o nacionales; pero es más delicado con los primeros por lo que cobran, o pretenden cobrar.
En el caló popular también hay detractores acérrimos de las malas contrataciones con uso del humor. Ya escuché varias veces decir:
"Ese solo porque es brasileño lo contrataron. Allá en una favela vendía cocos y le preguntaron si no quería ir a jugar y ganar buen billete en El Salvador de una vez".
"Ese en su país hacía otra cosa, menos jugar fútbol profesionalmente. Les dieron baje".
Y otra serie de frases que es mejor no mencionar.
Contratar a un profesional que sepa con ayuda de la tecnología para saber cómo fichar y cómo probar más efectivamente a un nuevo recurso humano, podría ser mucho más barato que jugársela por un extranjero con los métodos arcaicos.
Hay que saberse asesorar, cada vez hay menos trucos, menos "artimañas" para dar con la mejor materia prima.
Esto evitará que cada mes o quincena sea un verdadero problema pagar la plantilla, porque pago "x" extranjeros y eso me aumenta la masa salarial del equipo.
Saber fichar extranjeros les ahorrará más que dinero, mucho más.
Lamentablemente la Primera División, no puede ponerse tan exquisita con alguna nueva normativa que exija que a los extranjeros que deban tener cierta cantidad de partidos internacionales y otros pedidos que significan dinero.
Pero sí podría sugerir a través de clínicas o capacitaciones a todos aquellos quienes se encargan de fichar talento foráneo. Por algo se empieza.
Por último, solo puedo decir que da una gran impotencia ver cómo los futbolistas extranjeros, por impresentables que sean, tienen muchísimas posibilidades más de salir fuera sus tierras natales para jugar que las que tienen para trabajar en otros lares un abogado, un arquitecto, un médico, o tantos más de otras profesiones. Muchos jugadores no lo saben valorar y lo ven como ver llover andar de allá para acá...
"Es que las normativas cambian de país y para estas o aquellas profesiones hay muchas restricciones para ejercer"... claro. Es que ya han sabido valorar más que a alguien se le contrata por su capacidad, eficacia y una extensa rúbrica; no solo por su nacionalidad o facha.
Por favor, muchachos, no vengan a El Salvador para "a ver qué sale" o "es que ni modo, no salió otra cosa". Sean honestos. Gracias de corazón a quienes lo han sido.
Lo de calidad es mejor que cantidad no es ninguna frase de cajón o sin aplicación a la cotidianidad. Es una realidad que se resiste a ser asumida en la Primera División de El Salvador.