El 21 de diciembre de 2024 es una fecha que Erick Dowson Prado nunca olvidará. Ese día, el técnico salvadoreño aplicó su conocimiento táctico para transmitírselo a sus jugadores del 11 Deportivo, que en la cancha del estadio Jorge “El Mágico” González hicieron todo lo posible para llevarse el trofeo del Apertura 2024 hacia Ahuachapán. En tiempo extra, los ahuachapanecos, que pasaron por varias dificultades económicas en las semanas decisivas en la lucha por el título, derrotaron 1-2 al FAS.
CANCHA conversó con Dowson Prado, que cumplió dos años dirigiendo al tanque fronterizo, para profundizar sobre la página exitosa que escribió junto al plantel en los libros de historia del balompié cuscatleco. Los párrafos escritos con tinta dorada nunca se borrarán.
Deudas, renuncias y dormir en hamacas: la historia del 11 Deportivo campeón
¿Cómo se siente haber ganado este primer título como técnico y para el 11 Deportivo?
Contento obviamente, con mucha gratitud hacia Dios y hacia el grupo de jugadores, cuerpo técnico y colaboradores. Creo que es una satisfacción grande por el torneo que hemos tenido. Es gratificante para alguien que gestiona a personas, que esas personas le crean y lo sigan. Así que muy contento por el campeonato y sí un poco cansado, porque desde la parte mental y emocional ha sido un poco complejo.
Desde lo que pasó extra cancha, ¿cómo fue tanto para usted, como para el conjunto manejar este torneo?
No había pasado algo así (en el equipo), este torneo sí pasó desde un inicio. No fue fácil gestionar ese tipo de problemas. Creo que desde lo deportivo tuvimos una primera vuelta aceptable, pero no terminamos conforme realmente con lo que el equipo podía dar. En la segunda hicimos un replanteo de las cosas y creo que el equipo se sintió más cómodo.
Nos hizo obtener resultados y eso obviamente le generó confianza. Pero creo que el mayor logro que tuvimos fue esa unificación de objetivos, todos, en este caso cuerpo técnico y jugadores. Y enfocarnos en eso, porque a pesar de los problemas, el equipo siempre estuvo enfocado en esa búsqueda de ir paso a paso primero por los resultados.
¿Cuánto crédito le da a usted a esa constancia desde su trabajo en 11 Deportivo?
Sí es importante, obviamente, dar una constancia en este caso. Pero también es cierto que el plantel cambió bastante en el sentido de jugadores. No es el mismo plantel de (hace) un año y quizás sí fue importante la constancia en el sentido de ir buscando la manera para poder llegar.
Eso nos permitió conocer un poquito más dónde teníamos que buscar ciertos jugadores, el perfil de ellos. Creo que eso sí fue importante en la continuidad, porque cuando llegamos a 11 Deportivo, la verdad no había mucha exigencia dentro del equipo. No había una exigencia, ni unos objetivos claros de ir en busca de una clasificación o menos de un título. Creo que eso básicamente fue lo que fue cambiando con el correr de los torneos.
¿Cuál fue el principal enfoque con el que trabajó la final?
Primero, creo que la serie con Firpo nos fortaleció y eso nos permitió con Cacahuatique tener más claro ya el objetivo. Después el enfoque fue como el que habíamos tenido con la serie anterior, sabiendo obviamente que es un solo partido y que quizás lo más importante es ganarlo.
A nosotros obviamente las formas nos interesan, pero sabíamos que había circunstancias en las que teníamos que dejar las formas y tratar de ganar el partido. Eso sí lo teníamos muy claro.
Nos costó en el primer tiempo esa idea porque teníamos claro un plan e intentamos hacer otra cosa. Corregimos en el medio tiempo y el segundo tiempo creo que fue diferente.
Su respuesta al gol de FAS fueron Kemal Malcolm y Enrique Vásquez, ¿cómo decidió para sumarlos?
Eso tiene que ver con el plan de partido y el análisis que ya habíamos hecho del rival. Sabíamos lo que teníamos que hacer para o revertir el resultado como pasó o crear una ventaja mayor. Sabíamos que podíamos atacar mucho los costados y en ese sentido teníamos ya planificado esos cambios. Aunque uno planifica y a veces el partido te dicta otra situación.
Pero en este caso, Enrique Vázquez y Kemal Malcolm son jugadores que ya nos habían dado ese revulsivo. Son importantes para nosotros a pesar de no arrancar a veces de inicial. Son jugadores desequilibrantes que logran mucha profundidad con sus juegos. Y bueno, no es casualidad.
Ante Firpo, Quique también ingresó con Kemal y logramos empatar el partido y luego ponernos arriba. Digamos que son variantes que se trabajan a lo largo de la semana.
¿Qué hace diferente a este 11 Deportivo del resto de grupos con los que había estado?
Este equipo quizá tenía más ambición, tenía más ganas, más deseos. Y eso se percibe cuando el enfoque del plantel es obedecer, es tratar de seguir las líneas que trabajamos.
Es tratar de poner en práctica lo que hemos planificado en la semana en el partido. En ese sentido el equipo siempre fue muy obediente tácticamente. Esa obediencia táctica, esa cultura táctica que se logró, obviamente nos permitió ganar partidos, tomar confianza.
Y cuando el jugador encuentra esa confianza, te escucha, te sigue, trata de hacer lo planificado. Al fin y al cabo es una parte, lo otro es lo que ellos tienen que poner individualmente.
¿Ya comenzó a acostumbrarse a que le llamen campeón?
Yo lo tomo con mucha tranquilidad, la verdad tengo mi polo a tierra, mi familia. No ha variado tanto mi percepción, de hecho ya había estado muy cerca de una final con Platense, con Chalate. Muy cerca.
Sí es cierto que no es fácil llegar a una final con este tipo de equipo porque su estructura, su plantilla, a veces sus recursos no son tan grandes como los que tiene Águila, Alianza, FAS, Firpo. Entonces sí obviamente uno siente alegría y siente mérito obviamente de haberlo logrado.
Sobre la llegada de César Melara a la cancha, ¿cómo es trabajar a un jugador tan rápido para que enfrente un reto como es una final?
La preparación obviamente no es en ese momento, la preparación lleva todo el torneo. En el caso de César, por la juventud ha sido de los jugadores que más hemos hablado con él, que más hemos corregido. Es joven obviamente y se equivoca y hay que corregirlo, a veces hay que castigarlo, otras veces hay que abrazarlo. Y ha pasado todo eso en el torneo, ¿no? Al principio del torneo hablamos con él y le hacíamos ver que no sabíamos cuándo podía recibir la oportunidad y justo la recibió en una final.
Salió adelante obviamente porque trabajó, porque se sacrificó, porque inclusive fue a jugar a reserva tres o cuatro partidos con el objetivo de que tuviera minutos de juego. Lo aceptó y es un buen ejemplo de lo que hablaba, de escuchar, de tratar de ser orientado y de seguir el camino que se propone. A mí me da mucha alegría por César porque es un chico que tiene mucho potencial, que debe seguir trabajando y mejorando, pero demostró que tiene temple para ese tipo de partidos también.
¿Cuáles serían tres adjetivos con los que se queda de su equipo?
Uno se llama Ubuntu (NdR: "humanidad hacia los demás"), que es una palabra con un significado que nosotros encontramos y tratamos de vivirlo y Dios nos puso las circunstancias para vivirlo. Fueron circunstancias difíciles, pero sí nos creó unidad, nos creó lazos.
Dos, creo que sería corazón. Este grupo tiene un corazón, un gran corazón. Y tercero, yo diría que Dios, porque en esas situaciones de conflicto intentamos ponerle todo a Dios, hacer nuestra parte y después que Dios decidiera y gracias a Dios por recibimos esas bendiciones.
¿Cuál fue el mejor momento y el momento más complicado de este torneo?
Lo más difícil fue sin duda la falta de comunicación que hubo con los directivos durante un mes y medio, que no sabíamos realmente qué era lo que estaba pasando y el momento obviamente más, para mí más emotivo fue ver disfrutar a mis jugadores de ese título sin duda.
El trabajo, el fruto de todo el torneo, reflejado en esos momentos, en ese levantar el título, unirse con la gente de Ahuachapán, que al final del día le terminó creyendo al equipo y yendo al estadio en una buena cantidad tanto en el partido con Cacahuatique como con el partido final, porque la gente se dio cuenta que no eran palabras al viento el esfuerzo que el equipo estaba poniendo y que nuestro objetivo era poner en alto a Ahuachapán.
¿Qué se viene para Erick Dowson Prado en este 2025?
Creo que es temprano para hablar de eso, yo termino el contrato y recién después de un día y medio de descanso podríamos decirlo así, comenzaremos a pensar y a trabajar en lo que viene.
No está decidido, creo que hay que esperar un poquito más y primero resolver el tema del salario, que entiendo que de ahora (ayer) se pagaría el premio, después creo que habrá suficiente tiempo para pensar y trabajar en eso.
¿Cómo puede resumir el 2024 Erick Dowson Prado?
Creo que la palabra es gratitud. Gratitud a Dios y a este gran grupo de muchachos que han logrado algo complejo porque no es fácil, repito, que un 11 Deportivo llegue a una final y la gane. Ya tenemos claro de lo que ha pasado por ejemplo con Jocoro, inclusive con Limeño en el torneo pasado, así que realmente es muy meritorio para este grupo de jugadores.