Ahora fue el turno al estadio Las Delicias, para teñirse de negronaranja. La afición de Águila llegó en un buen número al escenario de Las Colinas, aunque no en el número que se hubiera esperado.
A pesar de esto último, desde muy temprano, los seguidores de los migueleños estuvieron rodeando el estadio tecleños. Algunos confesaron que esperaban otro ambiente y por eso decidieron madrugar. No querían perderse este duelo para apoyar al equipo de sus amores.
El único registro de un Águila ante Diriangén es favorable a los salvadoreños
El día era el ideal. El ambiente estaba fresco, sin amenazas de lluvia. Poco a poco, las entradas principales fueron recibiendo a los seguidores. A partir de las 4:00 de la tarde, cuando muchos salen de trabajar, llegaron al recinto deportivo, dispuestos a celebrar una victoria.
Muchos fueron los que llegaron desde Oriente, quienes explicaron que tuvieron que pedir la tarde y otros hasta el día libre, para hacer el viaje y presenciar este partido.
"Soy un aficionado del Águila, que lo acompaña a donde sea, en las buenas y en las malas, tratamos de estar siempre apoyando y este partido internacional no iba a ser la excepción", comentó Juan Martínez, un migueleño, que viajó junto a la excursión que salió desde la propia "Perla oriental", un poco después del mediodía.
En las afueras, el grupo fue muy discreto. En las tiendas cercanas al estadio se congregaron para compartir un poquito con un "parcito", ya que en el interior del estadio no pueden consumir por la prohibición de vender bebidas alcohólicas en el interior del estadio.
Eso sí, lo hacían con el cuidado de no excederse, para evitar problemas en el ingreso. "Nada más es para calentar, porque también tenemos que estar al cien para apoyar", dijo Julio Mejía, seguidor de los emplumados, "desde la época de Cariota Barraza", aclaró.
Dentro del estadio, la mayoría de seguidores se concentró en el sector de sol general, alrededor de la Inmortal 12, quienes, con sus instrumentos musicales, fueron los encargados de poner el ambiente al duelo. Estos también a los que estaban en tribuna, quienes entonaron como si fuera un himno "Señores soy aguilucho, daremos guerra, yo llevo al aguilita en la cabeza…".