En partido reprogramado de la sexta fecha, el cual no se realizó en su fecha original por los compromisos de FAS en la Copa Centroamericana, los tigrillos se reencontraron con la victoria al imponerse por la mínima a Dragón (1-0) y con el que salta al cuarto puesto, todavía con un partido menos que saldarán el otro miércoles, de visita ante el Platense. El partido terminó en el 88', luego de esperar 15 minutos por el apagón de una torre de luz.
Minutos antes de que comenzara el partido, sobre el Óscar Quiteño empezó a llover. Poco a poco fue arreciando el agua, lo que complicó el inicio de un compromiso que tuvo muy poco público, algunas jugadas polémicas que creó el árbitro Santos Chávez y con dos apagones, en una de las torres del escenario santaneco.
Castigaron al Águila por sus actos en el clásico ante FAS
Luego de los quince minutos, la lluvia vino a menos. Pero a pesar de eso, el encuentro tuvo buena dinámica. Ambos equipos estaban necesitados de la victoria, aunque los mitológicos venían de ganar la jornada anterior. No así los santanecos, quienes en sus últimos dos partidos había dejado escapar una doble ventaja y terminó perdiendo con Limeño (3-2) y empatando con Águila (2-2).
Por ello, luego de que Dragón había asustado en dos oportunidades, el gol de Caio Laursen no causó mucha emoción, a pesar de la emotiva celebración del brasileño (13’), quien recuperaron un balón con el ecuatoriano Joao Plata, para luego sacar un zurdazo desde fuera del área.
El duelo tuvo pocas llegadas a gol, pero cada una de estas fue de mucho peligro por parte de los dos equipos, quienes también se salvaron, los dos, en una ocasión. Primero fueron los tigrillos, tras una mala salida del portero Jonathan Valle, del que vino el remate de Yair Arboleda y que de la línea rechazó Domínguez.
Un par de minutos después, en una arremetida desde su sector, Kevin Reyes se fue en velocidad y sacó un tiro cruzado, que Melvin Cruz salvó a puerta vacía. El duelo agradó a la poca afición en el estadio santaneco, pero también reconocían que si el primer tiempo terminaba empatado, podría considerarse justo, por el esfuerzo que habían realizado los mitológicos.
Bajo el límite
Al segundo tiempo, Dragón reapareció con una sustitución, refrescando el medio campo. Mientras Raúl Arias, quien dirigió desde la tribuna alta del Quiteño, esperó diez minutos para realizar su primer variante. Ambos no modificaron esquema, aunque se vio un equipo verdolaga más decidido al frente.
Sin embargo, FAS estuvo muy cerca, pero el portero Felipe Amaya salvó en dos ocasiones, en la misma jugada (51’).
Luego de esto, fueron los migueleños los más insistentes con remates que se fueron desviados, pero que ponían nerviosos a los seguidores tigrillos, quienes exigian cambios al técnico, a quien en tribuna lo tenían a unos cuantos asientos.
El mexicano se comunicaba con celular con su asistente argentino Americo Scatolaro. El partido perdió dinámica, después de los 70 minutos. Lo físico pasó factura a los dos equipos, quienes intentaron encontrar el gol, pero ninguno de los dos tuvo claridad.
En el 88' se volvió a apagar la torre suroriente del estadio y los árbitros esperaron los 15' necesarios, los árbitros terminaron el partido y los tigrillos, al fin, celebraron.