El clásico nacional tuvo dueño. Este domingo, en la edición 261, CD Águila sacó un triunfo sólido sobre CD FAS (3-1). Y es que los clásicos siempre dicen que "no se juegan, se ganan", y los emplumados aprovecharon para imponerse a un cuadro santaneco que sufre y tomaron el liderato solitario (10 puntos). El tigre se queda con cinco.
Fue un clásico más donde el que comenzó dominando fue el cuadro emplumado. Los primeros minutos, los aguiluchos tomaron control de balón y lucieron más sólidos, sin quitar que los santanecos buscaron también tocar con alguna contra.
Águila presentó su tercera equipación de la temporada
Pero los migueleños tenían la iniciativa y llevaron los primeros toques de peligro, al arco defendido por Kevin Carabantes. Al 5', generaron un primer remate a puerta claro con Machado, que rechazó Carabantes.
Era así mejor Águila en ataque y circulación de balón, con más juego de conjunto y orden, lo que le seguía dando mayor proyección sobre todo por izquierda. Mientras FAS aguantaba, pero todavía sin despertar.
De nuevo, llegó el cuado emplumado al 11', con un remate de Melvin Cartagena, que se fue desviado. La insistencia demostraba la mejor intensidad del local (administrativo), que se mantuvo apegado al renglón ofensivo y de mejor perfil vertical.
FAS, sin una brújula para despertar, se mantenía a la espera de tener una clara, en una contra o con alguna individualidad, y la necesidad de recuperar la media. No mostraba profundidad, pero pasado el primer cuarto empezó a ganar constancia y velocidad con balones sueltos y al área, pese al manejo de juego aguilucho.
Siguió con dominio el cuadro negronaranja, pero recibió una de peligro al 26', cuando "Chepito" Guevara inició una jugada en velocidad, mandó solo una diagonal, pero el balón se fue cerca del poste del arco de Rafa García.
Pese a ese asomo, al ritmo y recuperación de balones que tenía Jonathan Nolasco, no podía encontrar una clara. Y mientras eso sucedía, Águila por fin encontró el espacio que necesitaba, para tomar la ventaja.
Fue después de una estacionaria (36'): tiro de esquina de Alex Larín al área, donde apareció Julio Sibrián y de cabeza marcó a puerta, sin nada que poder hacer para Carabantes (1-0).
Pese a estar en desventaja, FAS intentó recomponerse. pero Águila no dejó de presionarlo. Antes de irse al descanso, el juego se volcó a buscarlo el conjunto occidental, para tratar de lograr el empate, pero no tuvo peligro claro para conseguirlo.
Sin embargo, al complemento, dio mejor respuesta el tigre, que se vio más sólido y trató de encontrar ese tanto que le diera la tranquilidad. A pesar de ese "refresh" que mostró, FAS no tenía adelante un definidor, faltaba quién tocara una en el último pase para lograr ese tanto deseado.
Buscó esa clara con llegadas a balón parado, pero no lograba concretar. Águila tuvo que defenderse, pero no cedió. Esa recta final fue así cerrada, una lucha de balón dividido, pero sin descanso para FAS.
El tiempo parecía que no le alcanzaba al tigre, para concretar el de la paridad. Pero había sido mejor en esta mitad, más luchador, más frontal, sin desesperar y con paciencia. Y esto le dio fruto. Al 69', el incansable Guevara impulsó el tanto de la paridad. Un balón que controló, balón que cedió a un costadl y llegó Bruno Correa para solo tocar a fondo el 1-1 (69').
Pero cuando FAS dominaba, de larga distancia, llegó Tomás Granitto, quien ingresó recién, y con un disparo potente marcó el 2-1 (78'). Al cierre, tuvo a Águila un tiro de penal, tras un brazo de Rudy Clavel en el área, y Blas Sosa puso la cereza al pastel (3-1, 90'+2').
Águila terminó así con festejo: tercer triunfo del torneo y punta en solitario. FAS sufrió un nuevo golpe de realidad.