No todos los futbolistas de élite, o campeones de UEFA Champions League, nacieron en una cuna de oro. Hay casos en donde los jugadores tuvieron historias de vida muy duras, caóticas, críticas y muy dolorosas.
Una como la de Eduardo Camavinga, el jugador francés del Real Madrid y ahora campeón de Europa.
En el invierno africano del 2004 la familia cristiana de Camavinga había huido de República Democrática del Congo a la nación de Angola. Luego esta consiguió instalarse en Francia donde las malas noticias continuaron para asombro propio.
Tiempo más tarde un incendio acabó con la casa que los Camavinga habían comprado en Lécousse. Pero el AGLD Fougères, club donde ya brillaba Eduardo apenas con 10 añitos, les ayudó con una vivienda y juguetes cuando el padre del ahora campeón europeo le dijo al protagonista de esta historia: "Tú eres quien vas a cuidar de la familia".
Eduardo contó a la prensa francesa: "En ese momento me hizo reír. Con el tiempo y escuchando a mi madre hablar de nuevo de ello, comprendí que era algo realmente serio, muy serio".
En la mayoría de países de África la persecución contra los cristianos -y en menor cantidad a personas de sectas cristocéntricas- es ese pan de cada día desde hace ya varios años. Mucho se habla sobre epidemias, la falta de acceso a servicios básicos, el hambre y los gobiernos autoritarios en este continente...
Pero lo cierto, es que este profundo y extendido odio al cristianismo creció y se generalizó ya en dicho continente, una situación que la prensa occidental siempre se empeñó en ignorar con todas sus fuerzas. El terrorismo islámico abandonó buena parte del terreno dominado en Medio Oriente para afincarse a punta de sobornos y fusiles en África, donde la corrupción les permitió colonizar a diestra y siniestra.
Miles de africanos prefieren perder la vida por cruzar el Mediterráneo a tener que vivir un solo día más en su país natal. Si no tienen una idea de cómo empezar a buscar noticias sobre este cruento fenómeno de violencia, puede poner en el buscador de su preferencia estos nombres: Boko Haram, Al-Shabaab, Fulani extremists, Janjaweed, Allied Democratic Forces, Anti-Balaka Militia, Ansar al-Sharia, Haftar Militia... y la lista por desgracia es más larga.
Camavinga apenas llegó con 2 años de edad a Francia junto a su familia. En 2009 saltó del AGLD Fougères al equipo de fútbol categoría 7-8 años del Rennes, club que formó y "cuidó" de Eduardo hasta que en el pasado curso el Real Madrid le fichó.
Eduardo fue un deseo expreso de la directiva merengue, mucho antes de que se concretara la vuelta de Ancelotti, el equipo le siguió los pasos y con cuidado le buscó para poderlo incorporar a la plantilla.
La misión de Camavinga en el Real Madrid fue esta: ser el relevo de Casemiro, Kroos o Modric; nada menos que ¡de estos monstruos!
El francés se destaca por ser un volante muy rápido, de gran cobertura en la cancha, buen remate, visión, técnica depurada, gran "timming" y otras cualidades más que lo hacen un jugador muy completo pese a tener 19 años.
Quizás de las cosas que le andarían haciendo falta al mediocampista galo, apenas, sería la experiencia, pero ahora que es campeón de UEFA Champions League, engrosó su acervo de una forma prematura y descomunal.
Como decimos aquí en El Salvador, Camavinga "viene de donde en verdad asustan". Porque los jugadores a quienes desde la comodidad de tu silla o sofá alabas, insultas, admiras, son más que un dorsal, un nombre o un millonario... todos tienen historias qué contar. Algunas son tan complejas como la del gran Eduardo y su familia.