La fiscalía del estado de Goiás, en el centro de Brasil, informó este jueves que investiga a futbolistas y apostadores por su presunta participación en un esquema de amaño de partidos en la segunda división y en torneos estatales del balompié brasileño.
Los investigadores siguieron la pista de una denuncia instaurada en noviembre por el club Vila Nova Futebol de Goiás, que juega en el Brasileirao B, sobre supuestas manipulaciones en tres partidos de la última fecha de ese campeonato, dijo el fiscal Fernando Cesconetto al canal SporTV.
El lunes, lanzaron la "Operación Pena Máxima" en los estados de Goiás, Minas Gerais, Cuiabá, Sao Paulo y Rio de Janeiro, en la que hicieron cumplir nueve órdenes de búsqueda y registro y una orden de prisión temporal, sin precisar quiénes fueron los objetivos.
"La investigación comenzó por esos tres juegos de la Serie B y durante el cumplimiento de las órdenes de búsqueda y registro del lunes (encontramos indicios) de que las apuestas no se limitaron a aquellos tres partidos: hay otros juegos y juegos recientes" de torneos estatales, que se disputan desde principio de año, agregó Cesconetto.
Los tres cotejos bajo sospecha de amaño son Vila Nova-Sport Recife (0-0), Criciúma-Tombense (2-0) y Sampaio Correa-Londrina (2-1), explicó el ministerio público en una nota divulgada el martes.
Ninguno de los choques, disputados entre el 5 y el 6 de noviembre, influía en los resultados del ascenso o descenso de categoría para esta temporada.
El esquema detectado buscaba "viabilizar el éxito en apuestas deportivas de elevados valores" al pagarles a los jugadores para que garantizaran marcadores parciales o cometieran penales, tiros de esquina y amonestaciones en determinados momentos, explicaron las autoridades.
En los tres encuentros investigados, los apostadores habrían pedido a los atletas cómplices que forzaran penales. En dos de ellos fueron cometidos, mientras que en el restante no, por lo que el deportista "fue sometido a intensas presiones y se le exigió una indemnización por los daños sufridos".
Los futbolistas, cuyas identidades no fueron reveladas, podían ganar hasta 150.000 reales (unos 29.000 dólares) en caso de éxito, mientras que los apostadores obtenían entre 500.000 y dos millones de reales (95.000 dólares y 383.000 dólares).
La fiscalía aseguró que los sospechosos podrían ser acusados por delitos de lavado de dinero, asociación criminal y corrupción en partidos de fútbol.