El gobierno brasileño anunció que reforzará la seguridad para la final de la Copa Libertadores el sábado en el Maracaná de Rio de Janeiro, donde se esperan a más de 100.000 aficionados del Boca Juniors para apoyar a su equipo ante el Fluminense.
El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flávio Dino, indicó este martes en rueda de prensa que la Policía de Carreteras Federal y la Fuerza Nacional actuarán en un despliegue ostensivo en las calles de Rio, aunque no especificó el número de agentes.
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Por su parte, la alcaldía dijo que reforzará la seguridad en algunos puntos considerados sensibles de cara al partido, como los dos aeropuertos o el turístico barrio de Copacabana. Se prevé la movilización de cerca de 1.200 agentes de la guardia municipal y de la secretaría de Orden Público de la ciudad.
Según las autoridades, se espera la llegada de más de 100.000 argentinos para seguir la final, que arrancará el sábado a las 2:00 p.m., hora de El Salvador.
La Conmebol reservó 22.000 plazas para los aficionados de cada equipo en el Maracaná, con capacidad para casi 79.000 espectadores. El Fluminense, club carioca que puede ganar la primera Libertadores de su historia frente a lo que sería la séptima del Boca, jugará en casa, puesto que disputa sus juegos en el histórico estadio.
Para evitar altercados, la alcaldía decretó la prohibición de venta y consumo de alcohol en los alrededores del recinto, desde el primer minuto del sábado hasta las 6 de la mañana del domingo, y cortará el tránsito en las inmediaciones.
El esquema será similar al que hubo durante el Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, con barreras en las vías colindantes, a las que solo podrán acceder quien tenga una entrada o resida en la zona. Se orientó que cada afición vaya al estadio en metro y baje en sendas estaciones, mientras que los invitados de la Conmebol y el público "neutral" se bajarán en una tercera parada.
Para poder ver el partido en la calle, el alcalde de Rio, Eduardo Paes, anunció que cada afición tendrá un espacio reservado, con pantallas gigantes. La afición del Fluminense podrá reunirse en la zona de Cinelandia, en el centro de Rio, mientras que los aficionados de Boca Juniors tendrán un espacio para asistir al partido en el 'Terreirao do Samba', un espacio muy próximo al Sambódromo donde se celebra el tradicional Carnaval, también en la región central.
Además, la alcaldía carioca habilitó la zona próxima al Sambódromo para que los aficionados argentinos que no tengan alojamiento puedan dormir allá.