Con un sol que dominaba todo el panorama, Dragón recibió al Alianza en el Estadio Juan Francisco Barraza en medio de un calor difícil de soportar, quizás, hasta para todo un camello. Unos 37 grados Celsius en la sombra y una brisa como de panadería acompañaron en el primer tiempo a todos en el vetusto recinto, que lució colmado desde donde la sombra aliviaba la observación.
El juego inició con un aparente estudio en el campo de uno hacia el otro. Más bien, ambos lentamente se acomodaban para asimilar la incandescente cancha, que por enésima vez, lució reseca y en varios sectores hasta de color amarillo. Nada inusual.
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Para sacar el primer "Uh" al público fue necesario un disparo de Manuel Murrillo de tiro libre y que fue despejado por Mario González en la primera ocasión clara se gol del juego. El arquero de la Selecta envió a córner y acto siguiente Dragón cometió falta, ahí desaprovechó al que antes llamaban "medio gol" y Alianza sacó desde su "jardín" con un despeje largo.
En media hora de juego no había mucho qué contar. Juego trabado, con muchos saques de banda y un Alianza que tragaba grueso el calor. Dragón ordenado sabía presionar sin fenecer en la misión. Alianza jugaba en corto hasta donde el precario césped lo permitía. Esas camisetas rosas se veían moverse con cuidado en terreno se Dragón. El dinamismo no era en ese momento un invitado a la cancha.
Alianza no podía elaborar cómodo y Dragón aprovechaba el clásico juego oriental del balón largo para llegar rápido a la meta de Mario González, quien salió al campo todo de negro, nada ideal para permanecer un buen rato en el sol. El astro rey más que estimular el buen juego, parecía impregnar de parsimonia y falta de creatividad a los elencos. Afloraban más los roces y las raspadas. Hacha y almágana. Fútbol, si acaso, cuando alcanzara o fuese necesario.
En una de esas Alianza decidió emular a Dragón, jugaron largo para la "Cabrita" Portillo y este cabalgó de forma prominente hasta el área mitológica, luego disparó cruzado y el balón para alivio de Felipe Amaya se fue ancho. Tobar y Murillo del otro lado se mostraban picantes, también con Chalá. Dragón no se desesperaba, tampoco Alianza. A veces era difícil discernir si se trataba de paciencia o desidia en la cancha.
Este típico juego precario de Fase Regular necesitaba un gol para no ser tan ingrato. Francamente Dragón y Alianza no parecían tan ilusionados con un gol.
Pero al menos harían "la cacha", si acaso para demostrar que disfrutan siendo futbolistas. Disparo a las gradas de Michell Mercado, más calor, bombos, platillos en las gradas. La barra alba hacía lo propio para que no nos durmiéramos.
Julio mandaba otro balón a esas gradas que nunca habilitan en el Barraza. El gol como limosna. Michell se sacaba al arquero Amaya y el gol estuvo a nada de caer, pero la defensa salvó antes de la línea. Zelaya y Menjívar entraron para que se destapara la olla. Amaya le sacó un gol a Rivas y "también" a Fito.
En el ocaso del juego Zelaya anotó de derecha en el área para el 0-1 y la algarabía visitante. Tres puntos rosas en la caliente maleza migueleña.