El fútbol ya volvió al estadio Cuscatlán, aún con medidas de seguridad por mejorar y terminar. Pero no lo había hecho para Alianza FC. Sin embargo, este domingo, el equipo capitalino regresa a jugar al recinto donde, hace seis meses, vivió un episodio triste como la tragedia del Coloso.
Los albos retornan después de aquella noche trágica, donde hubo muchos lesionados y varios muertos (nueve fallecidos y 51 lesionados, oficialmente), del pasado 20 de mayo. Seis meses y seis días. Y lo hará en otras condiciones.
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En aquella jornada, disputaba la vuelta de cuartos de final ante CD FAS. Ahora, la última fecha del torneo regular ante Jocoro. Aquel día, en horario nocturno; este fin de semana, a las 3:00 de la tarde.
Y, luego de la estampida, con dos extras más: sin afición y a puerta cerrada. El Cuscatlán lo recibe ante los fogoneros sin público, como parte del castigo que tiene que sobrellevar, luego de la tragedia.
El equipo llega a este juego en otra faceta. Aquel triste sábado buscaba avanzar a semifinales; en este presente, ya tiene boleto a cuartos, y está cuatro con 31 puntos. Dos episodios distintos, para un mismo escenario.
El bullicio de su gente no estará, como no lo ha estado presente durante todo el torneo, en el que jugó como local en Sonsonate. El silencio será la compañía para los albos, que ya se acostumbraron a él en este semestre. Sin embargo, no dejan de extrañarlo.
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Se vio cuando jugaron de visitantes en la capital ante Santa Tecla, en el estadio Universitario, y su hinchada llegó a apoyar en gran manera. Mientras otro de los juegos cercanos fue en Las Delicias, cuando enfrentaron a CD Águila.
Si bien el fútbol ya retornó al Cusca, con el clásico nacional entre los emplumados y CD FAS, el miércoles, es el turno para Alianza. Una nueva realidad para los albos, en un lugar que es su viejo conocido, pero con otro ambiente.