Alianza FC, que ya había tenido personas que ejecutaban algunas de estas funciones en el pasado (tanto ojeadores y reclutadores como gente que colaboraba en labores de marketing y hasta en el diseño de la política interna), dio un paso adelante, contratar a Milton Meléndez como director deportivo y, sobre todo, con poder de mando.
Blanco más allá del hueso, Milton es un aliancista de toda la vida, que ya jugaba en Segunda con el Coca Cola con 15 años. Llegó a la casa blanca en 1989, ganó cinco títulos con ellos (único equipo con el que jugó), hizo sus pininos como entrenador, destacó con el Brasilia de Segunda y retornó a casa para transformar a un Alianza a tal grado de terminar involucrado en más del 50% de los 19 títulos totales de los paquidermos (incluidos dos internacionales).
ESPECIAL: Los números de la dinastía del Alianza FC
Acá presentamos la entrevista completa (parte I).
¿Cómo regresa a Alianza?
Cuando me retiro del fútbol como atleta tuve que trabajar en otras instituciones, antes de llegar a Alianza. Ser director de la escuela de Cola Cola, estar con el equipo de Tercera División, subirlo a Segunda, luego a Primera.
En el 2005, vengo como auxiliar técnico a Alianza de Óscar del Solar. De ahí trabajé un año, me voy, trabajé con Chalatenango, fuimos a la final contra Metapán. Trabajé con el equipo de Segunda División que estuve en dos finales (Brasilia) para regresar a Alianza de nuevo en 2015. En Chalatenango trabajé con el Cacho. Luego, me vengo para Alianza en el 2015. Acá me traen como director deportivo y bueno, desde ahí comienza, creo, esta se podría decir nueva historia que Alianza comienza con ciertas finales, una seguidilla.
En ese entonces, cuando llegó con Rubén Alonso ganamos el campeonato, luego pues, no entramos a la final, queda ese espacio de por medio para después agarrar la seguidilla de finales hasta la fecha, que creo que ha sido parte fundamental el hecho de empezar a construir un equipo que ha hecho mucha historia.
Cuando llega en el 2015, ¿cuáles son las directrices que le pide la directiva, tenía experiencia como director deportivo, o la parte de los cuerpos técnicos le permitió formarse?
No, creo que la experiencia, en ese entonces me costó mucho ya que no tenía experiencia como director deportivo, había trabajado como auxiliar técnico del Cacho (Meléndez), del profe (Emigdio) Benítez, de Óscar del Solar, de Odir Jacques, y eso fue lo que a mí me ayudó más a conformar un mejor equipo.
¿Cuáles fueron sus primeros pasos para crear lo que es ahora Alianza?
Comenzar a armar ese equipo de a poco, no iba a ser de la noche a la mañana el proyecto que traíamos. Trayendo los jugadores que creíamos que aquí nos podían dar mucho, y, con el apoyo de la directiva, se logró hacer porque traes una idea de querer formar un equipo que te diera mucho, pero si no tienes ese apoyo es imposible.
Siempre se contó con ese apoyo, incluso en caso de tomar decisiones de traer jugadores que hasta la fecha todavía están. La mayoría de jugadores que están en Alianza son los que tienen las 11 finales consecutivas, y para mí ese es el éxito, que en cada torneo, en vez de quitar tanto jugador, traer mejor para ir reforzando las áreas donde nosotros poco a poco íbamos formando el equipo que está. Para mí, es como una Selección de los mejores jugadores que estaban en los otros clubes.
La afición de Alianza, a todas partes aún en la crisis
¿Cómo se daba ese proceso?
Nosotros veíamos nuestro equipo primero, las deficiencias que teníamos. Luego en el transcurso del torneo ese jugador que necesitábamos para llenar ese espacio para traerlo. Fue muy importante también saber cuánto tiempo tenía de contrato, y si tenía o no para entrar en pláticas. Creo que el único jugador que yo me acuerde, que se compró fue Rodrigo Rivera, él llegó con Juan Carlos Portillo. El día que arreglamos con Juan, se le preguntó a Rodrigo, y dijo que tenía contrato. Se le compró el jugador al Juventud. De ahí, creo que no se ha comprado, sino en base a que se iba venciendo el contrato los íbamos trayendo.
Se nos dio la oportunidad de ver primero nuestro equipo, lo que nos hacía falta desde el portero hasta el delantero. Y después, al ir conformando ese grupo, ese equipo, que fue dando mucha historia, fuimos trayendo otros jugadores para que les vinieran a pelear el puesto a los que ya estaban. A tal hecho que nosotros en un momento teníamos dos equipos sin ningún problema. Pero el éxito para mí es ver que no estábamos quitando muchos jugadores, sino reforzar.
La continuidad, algo muy difícil en el balompié nacional.
Sí, la continuidad muy importante, eran cosas que no se daban en Alianza por mucho tiempo, y hubo problemas con eso. Si en un torneo no funcionaba, ya el jugador iba para afuera, y creo que no es así la cosa. En otros equipos, además, puedes ver los mejores jugadores. Alianza siempre ha querido traer a los mejores jugadores, pero hay a quienes les pesa, no es lo mismo jugar en Alianza que en otro equipo, por la presión, y no solo este, hay dos equipos más que pueden tener esa presión.
Uno puede ver a un jugador de otro equipo pero al traerlo acá ya no es el mismo y sí, creo que lo que hay que hacer es darle la continuidad al jugador, la confianza para que se vayan acomodando, vayan sintiendo lo que es Alianza, como el hecho de los juveniles. Los de reserva ya saben lo que es estar en Alianza, a ellos les cuesta menos que los que vienen de afuera, de otros equipos. Creo que eso ha sido muy importante para nosotros, tener buen ojo para que puedan quedar aquí en Alianza.
Continuidad también suya, en el sentido de que la figura de director deportivo no tambalea tanto como la de un técnico cuando los resultados no se dan… Continuidad suya también en ese puesto porque al primero que se cambia es al DT…
Yo creo que sí, porque también en ese entonces no era tan directa la relación entre el técnico y el directivo. Sino que estaba de por medio yo para poder primero hablar con los directivos a ver qué pasaba con el equipo, y para luego hablar con el técnico, o viceversa para hacerle ver las cosas a los directivos como deben de ser.
Fue, quizás, ese el éxito también porque ya no hubo confrontaciones entre directivos y cuerpo técnico. Y si ves, de la fecha para acá los técnicos que se han cambiado en Alianza han sido pocos.
¿Cuándo jugará Alianza por la Liga Concacaf ante el Verdes FC de Belice?
Dentro de sus funciones, ¿qué tanta cercanía tiene con los jugadores?
En ese aspecto los jugadores se dan cuenta, casi todos, es porque les hemos dado el aval para que puedan venir. Quizás ese ha sido también parte de lo que nos ha llevado a hacer esto bien, el hecho que sí había ocasiones que en conjunto tomábamos las decisiones de ver jugadores, y me preguntaban a mí si sí o no para que viniera algún jugador si podía ser o no para Alianza.
A mí me queda claro unas palabras que un directivo dijo cuando yo era jugador, y tenía razón: acá hay muchos jugadores, pero hay jugadores que no son para Alianza, pueden ser para otro equipo pero no para Alianza. Entonces, el hecho de conocer yo tanto esta institución como jugador, y luego en la forma que vine, también uno la experiencia que tiene de ver si el jugador puede o no rendir acá, por su forma de ser, de comportarse, si es disciplinado o no, si es técnico, de entrega, o lo que pueda hacer, hay que tener ese ojo para ver si él está para rendir en Alianza.
Pero la relación con ellos quizás ha sido, como director deportivo, no tan estrecha, sino que trato la manera de siempre no faltar el respeto, el jugador sabe que acá no se le trata mal, sabe que acá, al venir a esta institución, tiene la obligación de darse al 100% en los partidos, porque sino ahí está el resultado, la afición empieza a reprocharle.
Yo a todo jugador que viene acá, se los digo, este equipo, cuando pierde, si pierde entregándose en la cancha, no hay ningún problema, el problema es cuando se pierde y no se entrega en la cancha. Por qué, porque conozco mucho a la afición, sé lo que quieren, lo que piden para este equipo, sé que no pueden reprocharle si el jugador sale hasta acalambrado de la cancha, o que ya no puede dar más. Pero si un jugador no quiere correr, camina en la cancha, aquí en Alianza no cabe.
Eso marca un paradigma distinto en el fútbol pasado que se practicaba ya en torneos cortos y el fútbol moderno. Recuerdo, por poner un ejemplo, a Marvin Monterroza se le reclamaba que no marcaba cuando perdía el balón, aunque no es su característica, y eso fue cambiando, a tal grado que a veces hasta mete pierna. Se ha instaurado una filosofía que responde a ese patrón de entrega, y es ahí donde entran jugadores que se terminan ganando a la afición, y hasta la capitanía, como el caso de Henry Romero…
Eso es lo más importante, aquí no se trata de que el capitán es el que tiene más tiempo de estar en el equipo tiene que ser el capitán. Aquí se valoran muchas cosas. Y los capitanes que hay creo que son los ideales en este momento desde que han venido porque cada uno tiene su rol dentro de la cancha. Henry no es igual que Mancía, pero Mancía tiene cosas que este no, igual Fito, o Marvin, y se complementan a que los cuatro capitanes saben, y sabemos nosotros, que son los ideales para manejar a un grupo. El caso de Romero, ustedes lo ven, la garra que pone, la lucha, tal vez no lo va a ver en otro jugador. El otro tiene calidad, temperamento, eso ha sido una función importante de los capitanes, saber llevar el grupo.
Aparte, acá lo principal en el camerino tener un grupo sano, que acoja a los nuevos que vengan para que se sienta en confianza y entre en el rol de los demás para poder hacer un buen equipo. Acá los jugadores siempre, nacionales o extranjeros, se les da la confianza y se trata de ayudarlos para que se metan al grupo y se pueda hacer un buen equipo.