El lateral izquierdo de la Selecta, Alexander Larín, conversó con el programa Súper Fútbol sobre Brayan Gil Hurtado, quien no tuvo una buena actitud en la concentración de la Selecta en Bonaire, según algunos de sus compañeros y el técnico principal de la azul y blanco, el español David Dóniga.
"Escuché a Darwin Cerén y a Nelson Bonilla. Comparto todo lo que ellos dijeron. Ese tema ya lo aclaró el profe (David Dóniga) y dice la verdad. En ese sentido, nosotros tratamos de ayudar en todas las áreas. Cuando uno de los que viene de jugar afuera les cuesta platicar con ellos (les ayudamos) a que se sientan cómodos. Les abrimos las puertas a ellos. No sé si opinar más del tema. Acá hablar de los los que juegan afuera todo mundo lo toma a mal. Conozco al papá de ellos y lo admire mucho cuando era un jugador bastante reconocido", expresó Larín.
"Brayan está pasando por un buen momento, pero hay comportamientos que no se le pueden dejar pasar. Lastimosamente es inmadurez de tomar esos comportamientos en una selección. Decidiste representar a El Salvador y te comprometiste. Tienes que ser maduro. Jugar o no está en los libretos del profe", añadió.
Sobre la decisión del delantero del Club Deportes Tolima de no representar a El Salvador mientras Dóniga sea el entrenador principal, Larín dijo que "Brayan Gil Hurtado es un jugador muy bueno. Tiene una condiciones enormes. Lastimosamente decidió ya no venir y ya no podemos hacer nada. Quisiéramos tenerlo allí, pero él ya tomó sus decisiones y tampoco puede estar por encima de la palabra del profe Dóniga, que es la máxima autoridad".
También, el actual futbolista de Águila recordó que antes era más complicado representar al país y admitió sentir tristeza por los compañeros que han elegido renunciar a la azul y blanco.
"De mi punto de vista me da tristeza porque como dijo Darwin Cerén porque llegar a la selección es un poco más fácil que antes. El camerino de la selección era pasado y había jugadores con más nivel. A varios jugadores se les regaló la camisa de la selección. Nosotros estuvimos en una generación que costó cinco veces más. En mi momento me tocó esperar que Alfredo Pacheco, Deris Umanzor y Carlos Romeo Monteagudo no anduvieran bien. La cuarta o quinta opción era yo. Era feliz en poder ir a la selección y aprender de todos. Se me fue dando la oportunidad y trate de hacer lo mejor siempre. Llevó casi 13 años y mientras siga siendo convocado voy a ir ilusionado como la primera vez", confesó.