Águila solo necesitó de un gol y de todo su oficio para acomodarse en la cancha del Barraza y conquistar el derbi oriental ante Luis Ángel Firpo, en un partido que ambos volvieron un festín de ocasiones a gol y que mereció irse con un marcador más abultado para el exigente gusto de la afición.
Lo que el Águila-Firpo de la primera vuelta no supo entregar, el de anoche lo ofreció con generosidad: juego ofensivo hacia ambas porterías, un ida y vuelta poderoso que pudo dar más goles de no ser por la falta de claridad en la definición que todavía exhiben ambos cuadros. Un resultado demasiado corto pero con harto impacto en la tabla, dejando únicos líderes a los emplumados y fuera de cuartos de final a los pamperos a falta de tres fechas.
Águila comenzó decidido y propuso vértigo en un arranque que resultó prometedor, pues Firpo también se prestó al ida y vuelta. Los toros aprovecharon un par de errores emplumados en la elaboración para intentar herir en la contra, aunque las mejores llegadas eran migueleñas: un remate de Medrano bloqueado por un defensa, en el que toda la afición se quedó pidiendo penal por posible contacto con el brazo del defensa, y un par de pases imprecisos que no encontraban conexión dentro del área.
A los 9 minutos, la fórmula aguilucha arrojó el primer buen resultado. Un gol bie elaborado de Yan Maciel, que conectó de zurda un centro desde la línea de fondo derecha de Santos Ortiz, liberó presión en todo el público naranja y los hizo sentir más cómodos ante uno de sus acérrimos rivales. Los miembros de la barra firpense, que recién se acomodaban en la grada del sector visitante, se toparon con tan mal augurio al solo llegar.
Firpo, de todas maneras, ya estaba bien metido en el partido y ni el gol lo sacó de su determinación de buscar controlar el partido a su gusto. Aprovechó el vaivén del partido para empujar al Águila contra su arco algunos minutos y así se ganó su primera gran ocasión en el partido. Un penalti sancionado a los 26 minutos puso nervioso a todo el nido aguilucho, pero no al meta Benji Villalobos, quien le adivinó el cobro al firpense Herbert Sosa y pospuso el grito de gol del empate en el bando usuluteco.
Águila se salvó una vez más del empate cuando el manudo Carlos Ortiz quedó mano a mano con el portero migueleño, gracias a un buen pase filtrado de sus compañeros, pero entre titubeos y amagues le permitió a la defensa local recomponerse y quitarle claridad a la jugada, que acabó en tiro desviado. Partido además friccionado pero que al medio tiempo dejaba la sensación de que el triunfo aguilucho por la mínima le sabía a poco a tan ameno trámite.
Mejoró Águila ofensivamente cuando regresó del entretiempo. Obligó a Óscar Sánchez a estar bien atento en un cabezazo de Léster Blanco y cubrir bien su primer palo en una llegada por derecha de Santos Ortiz, pero Firpo seguía siendo peligroso y contó con otro mano a mano, esta vez con Villalobos como héroe ante la gran combinación en rapidez de Jomal Williams con Luis Canales.
El atacante triniteño también dejó a su equipo con un hombre menos, tras entrar de refresco en el medio tiempo, al ganarse dos amonestaciones en poco más de veinte minutos. Así, Firpo cerraba el partido con menor nota a la del primer tiempo, pasando a quedarse maniatado para elaborar su juego. Aún así, llegó un par de veces al arco contrario y salvó así un poco su orgullo.
Si Águila no amplió el marcador fue porque sus atacantes quisieron hacer una de más ante el arco de Óscar Sánchez, quien se lució tapándole una clara a David Rugamas, que entró de cambio y falló dos veces más frente al marco. También Medrano se perdió uno cantado al no poder definir de taco, pero por la solvencia mostrada en detrimento de un Firpo tibio en la segunda parte, el 2-0 ni falta hizo.
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