El Cádiz-Barcelona que se disputó este sábado en el estadio Mirandilla, de la quinta jornada de LaLiga Santander, tuvo que detenerse cuando se disputaba el minuto 83', con un marcador de 0-2 para el equipo visitante. Los servicios médicos tuvieron que asistir a un espectador en una de las gradas del estadio Nuevo Mirandilla.
El árbitro del encuentro, Carlos del Cerro Grande, del Comité Madrileño, fue alertado de ese incidente que sucedía en la grada de Fondo Sur del estadio, y detuvo el partido mientras las asistencias médicas intentan reanimar al espectador.
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Se vio incluso que el portero del Cádiz, el argentino Jeremías Ledesma, fue a por un desfibrilador a la banda de preferencia para trasladarlo rápidamente a la zona donde estaba el afectado para ayudar a la recuperación del espectador.
El estadio se parlizó cuando se produjo un tumulto en la grada debido, al parecer, porque el espectador que ha sufrido un problema cardíaco.
El partido se detuvo y en las imágenes de televisión se pudo ver a un Ledesma apurato, quien entregó el desfibrilador para dárselo a las asistencias. La grada aplaudía al aficionado enfermo, para darle buenas vibras y energía positiva, para que siguiera peleando por su vida.
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Tras veinte minutos detenido, el árbitro envió a los jugadores al vestuario, mientras por megafonía se anunciaba que el partido se mantenía parado, pero no suspendido. Luego, el aficionado fue retirado del estadio, aparentemente estable. Mientras un camarógrafo de la televisora local también estuvo por desmayarse. Después, lo relevaron y abandonó igual el estadio.
El partido se reanudó a la 1:10 de la tarde (hora salvadoreña). Fue un partido especial, desde todo punto de vista: por estos acontecimientos y por la visita del Mágico Gozález a Cádiz. El salvadoreño hizo el saque de honor, en el aniversario 112 del equipo gatidano ante el Barcelona, y la grada y la emoción por el ídolo del equipo andaluz fueron evidentes y quedarán para la magia histórica del club.