Cádiz se paraliza hoy en torno a las 10:30 a.m. de El Salvador para homenajear a una de sus leyendas deportivas más grandes, Jorge ‘Mágico’ González, en la previa de un partido capital que su equipo mimado debe afrontar en modo supervivencia y sin su máximo referente actual contra el Barcelona de Xavi.
Con motivo de los 112 años de vida institucional del club auriazul, el salvadoreño aterrizó en Cádiz el pasado domingo para empaparse del enorme cariño que le guardan todos los locales, tanto los más grandes y sus contemporáneos hasta las nuevas generaciones, quienes han demostrado conocer el tamaño del mito del cuscatleco.
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Como gran colofón de esta fiesta, Jorge ha sido invitado para efectuar el saque de honor del partido entre cadistas y culés. En torno a ello, se ha preparado un doble homenaje a cuenta de ambas instituciones: cada club entregará a Mágico González una camiseta conmemorativa, con su nombre estampado y referenciando aquellas épocas en las que este era considerado como uno de los mejores futbolistas del mundo.
Nacido un 13 de marzo de 1958, oriundo de la Colonia Luz de San Salvador, Mágico llegó al Cádiz en 1982 para instalarse por siempre en la memoria y en el corazón de toda la ciudad. Dos años más tarde, fue invitado por el Barcelona a una gira de exhibición por Estados Unidos, con el objetivo de ficharle y juntarle con la que entonces era la máxima figura azulgrana: Maradona.
Aunque aquel traspaso nunca se concretó, la mítica estampa de Mágico González con el uniforme del Barcelona quedó archivada y atesorada no solo en múltiples hemerotecas de El Salvador y de España, sino también en el imaginario colectivo de las aficiones cuscatlecas y cadistas. Una imagen que hoy, con el homenaje en el que participa el Barcelona, podría emularse de alguna forma.
Momento especial
El regreso de Mágico a Cádiz se produce en una situación complicada del equipo en Primera División, donde nuevamente asoma a una lucha por no descender tras su peor arranque en cuatro fechas desde su vuelta al máximo circuito en 2020.
El Cádiz es el único equipo que aún no ha puntuado ni ha marcado gol alguno en la temporada, contra los diez que ha recibido. Necesitará que, además de todo lo futbolístico, se alineen los astros y que la influencia del Mago, testigo de honor desde la grada, permee sobre el césped del Nuevo Mirandilla y se materialice un milagro, como aquellos que González solía obrar en ese mismo sitio cuando vestía de corto.
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En esta ocasión, el equipo de Sergio González no cuenta por lesión con el delantero hondureño Anthony ‘Choco’ Lozano, el volante Rubén Alcaraz y el defensa Juan Cala, mientras el atacante Rubén Sobrino verá apenas quince o veinte minutos debido a unas molestias.
Por eso es tan alentadora la presencia del Mágico en Cádiz esta semana. Ya logró aparcar de momento las protestas hacia el presidente del club, Manuel Vizcaíno, aunque podrían recrudecerse si el equipo vuelve a caer derrotado. De todas formas, el ídolo cadista ha hecho un llamado a “estar unidos” y a “ser una piña” ante este desafío.
La gran oposición para este Cádiz que sueña con lo imposible es un Barcelona enrachado, con la moral sólida tras vencer en Champions al Viktoria Pilsen y enlazar tres victorias consecutivas en liga que ratifican su candidatura a volver a pelear por el título con el campeón y líder, el Real Madrid.