La imagen de la reina Isabel II de Gran Bretaña, fallecida ayer 08 de septiembre a los 96 años, resulta inconfundible, y es que su figura fue utilizada por muchos años en diferentes series y películas, sin embargo, hubo dos ocasiones en las que se convirtió en actriz para interpretarse a sí misma.
La oportunidad más reciente donde la monarca reveló su talento en la actuación fue con motivo de su Jubileo de Platino por los 70 años de su ascenso en el trono británico, parte de la celebración fue un video de la reina con un invitado sorpresa: el oso Paddington.
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Según el visual, Isabel II recibió en su Palacio de Buckingham al personaje ficticio creado en los cincuenta y junto a él se sumó a la tendencia de mostrar qué lleva en su cartera, luego de que el osito tomará el té y le ofreciera un sándwich de mermelada que guardaba en su sombrero. "Guardo el mío aquí, para más tarde", le respondió la monarca, revelando el gran misterio sobre qué llevaba en su bolso.
Después, el oso se acerca al balcón para ver a la multitud celebrando a la Reina, por lo que luego la felicita: "Feliz jubileo, señora, y gracias por todo". De acuerdo a un comunicado del Palacio de Buckingham, a la monarca le "pareció divertida" la oportunidad de tomar el té con el osito.
Pero ahora, con motivo de su fallecimiento, la cuenta oficial de Paddington se despidió de ella: "Gracias, señora, por todo", escribieron en Twitter, causando melancolía al recordar a la Reina con el personaje.
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La primera gran actuación de Isabel II fue hace 10 años, cuando estuvo junto a James Bond, interpretado por el actor británico Daniel Craig; en aquella ocasión festejaban la ceremonia de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, el video fue precisamente transmitido durante el acto inaugural.
En esa oportunidad, y con motivo de promocionar la nueva película de James Bond, la monarca participó en un sketch donde interactúa muy breve con el personaje que recibió en su palacio: "Buenas noches, señor Bond", fueron las únicas palabras de la reina.
Pero el video continua con una doble de la monarca junto a James Bond en un helicóptero que los lleva hasta el Estadio Olímpico previo a un recorrido por lugares emblemáticos de Londres, para luego lanzarse en paracaídas y llegar al acto inaugural, donde la verdadera Reina apareció en el Palco Real, vestida igual que la paracaidista que la interpretó.