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Ucrania: la planta nuclear de Zaporiyia, nuevo peligro en la guerra

La central nuclear, ocupada por tropas rusas y que ha sido blanco de disparos, quedó temporalmente desconectada de la red eléctrica de Ucrania. El suministro se restableció por un sistema de generadores de emergencia, pero “pudimos haber enfrentado las consecuencias de un accidente de radiación”, declaró el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.

Por Pascal Drouhaud
Politólogo, presidente LATFRAN

Entrando en el séptimo mes de la guerra en Ucrania, un símbolo del peligro global ha surgido estos últimos días: la planta nuclear de Zaporiyia. Es la más grande de Europa, funciona desde los años 80 y está bajo control de Rusia. Cuenta con seis reactores nucleares de casi 1000 MW cada uno. Tuvo estos últimos días su primer paro de electricidad en su historia.


La planta nuclear está en el centro de las preocupaciones internacionales. Blanco de disparos, la planta ha sido desconectada de la red eléctrica últimamente, aunque posteriormente el suministro fue restablecido. Pero este incidente despertó el espectro nuclear que aparece regularmente en el contexto de tensiones que atraviesa la comunidad internacional. Rusos y ucranianos se pelotean la responsabilidad del peligro que toca la planta. Según Energoatom, la empresa de producción eléctrica de Ucrania, los seis reactores de Zaporiyia están “fuera de servicio” porque fueron desconectados de la red de distribución nacional.


Guerra de información o realidad, lo cierto es que las interrogaciones e inquietud crecen a cerca del proceso de enfriamento de la planta, alimentando el temor de un eventual accidente nuclear. Las tropas rusas tomaron control de la planta nuclear el 4 de marzo pasado. Desde entonces, la situación está en el centro de atención internacional.
La Agencia de la Energía Atómica (AIEA) anunció que Zaporiyia había tenido una interrupción de electricidad antes de que fuese restablecida.

El director de la AIEA anunció que una delegación de dicha agencia efectuará una visita del sitio después de que un acuerdo haya sido establecido. Esta visita consiste en evaluar la situación del sitio tan estratégico, que produce 20% de la electricidad de Ucrania, con sus 5700 MW hasta antes del conflicto.


Objeto de una guerra de imagen y comunicación, todos los actores implicados en la crisis ucraniana reaccionan: Moscú desmiente el despliegue de armas en la planta mientras Kiev acusa los rusos de golpearla. La Organización de las Naciones Unidas llama a la creación de una zona desmilitarizada alrededor de la planta “a fin de garantizar la seguridad del sitio” y permitir “una misión de inspección”.


Por su parte, los Estados Unidos advierten que sería para ellos “inaceptable” un desvío de producción de energía en su favor. Por cierto, este tema es otro elemento de debate: Washington considera la electricidad producida como perteneciente a Ucrania. El desvío en favor de las zonas ocupadas por Rusia no puede ser tolerado. Esta crispación demuestra cuán fuerte sigue siendo: Volodymir Zelenski denuncia “un chantaje” mientras Rusia considera los territorios ocupados como “ liberados”. La situación de Zaporiyia revela una vez más el potencial riesgo global que representa el conflicto actual que se vive en la frontera de la Unión Europea.


Por cierto, lanzó una alerta el propio Secretario General de la ONU mientras no aparece ningún espacio de apaciguamiento. El último atentado que acabó con la vida, en Moscú, de Daria Duguina, periodista y su hijo de Alejandro Duguine, ideólogo cercano del Kremlin, forma parte de un ambiente de tensiones que pueden volverse irreversibles.

El reforzamiento del bloque de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con la adhesión de Finlandia y Suecia, ilustra, en ese contexto, el proceso de prevención y reforzamiento de seguridad en el cual se encuentran los actores e aliados. Numerosas preguntas aparecieron a raíz de la última polémica en la cual se encuentra la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin.


Un video en el cual aparece bailando en una fiesta privada invadió las redes sociales, provocando un debate sobre la credibilidad de dicha responsable: guerra de inteligencia, diversión o imprudencia, de seguro, muchos interpretan la difusión de dicho video en las redes como una voluntad de debilitar a la primera ministra y, en consecuencia, Finlandia que acaba de adherirse a la OTAN.

Es decir, cuán fuertes son las consecuencias de todos los actos y eventos que la guerra en Ucrania produce. Seguridad, intimidaciones con su procesión de atentados, bombardeos, no se puede olvidar la guerra de las imágenes, de informaciones y, por supuesto, de la inteligencia.


La planta nuclear de Zaporiyia está en el centro de esta realidad, volviéndose símbolo de la guerra entre Ucrania y Rusia, que está llevando la comunidad internacional a un círculo de tensiones reforzando una lógica de polarización.


Politólogo, especialista francés en relaciones internacionales, presidente de la Asociación Francia-América Latina (LATFRAN). www.latfran.fr

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Invasión De Rusia A Ucrania Opinión

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