El procurador de derechos humanos, Apolonio Tobar, anunció que buscará la reelección. Eso ha provocado un debate sobre qué rol juega un procurador independiente.
Esto ha generado un debate sobre su desempeño al frente de la PDDH, pero también ha provocado una discusión sobre el rol que debería jugar un procurador independiente versus uno alineado con el poder.
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A continuación, algunas diferencias que marcan el trabajo de un funcionario comprometido con la legalidad y su mandato constitucional y el de uno que responde al poder.
¿Por quién lucha el procurador?
El independiente lucha por los derechos fundamentales. Su principal prioridad es la defensa efectiva de los derechos humanos.
El alineado lucha por su estabilidad y la imagen del gobierno. Si una denuncia incomoda al gobierno, un procurador "alineado" va a archivarla.
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¿Qué denuncia?
El independiente denuncia abusos sin importar de dónde vengan. El procurador independiente entiende que su lealtad es con la Constitución y la ciudadanía, por lo que denuncia cada abuso.
El alineado deja de denunciar algunos abusos. Es selectivo en sus pronunciamientos y busca no incomodar al régimen.
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¿Incomoda o guarda silencio?
El independiente iIncomoda al poder si este abusa. Si el gobierno, por popular que sea, abusa de su poder, un buen procurador lo denuncia de manera clara y contundente.
El alineado prefiere el silencio. Un personaje con vínculos políticos, especialmente con el oficialismo, optará por no molestar a sus aliados políticos.
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¿De quién es aliado el procurador?
El independiente es aliado de la ciudadanía y los más vulnerables. Su lealtad es con las personas que han sido víctimas de abusos del Estado, aunque le cueste la estabilidad en su cargo.
El alineado es aliado del poder de turno. Un procurador "'alineado" está más interesado en proteger a sus aliados políticos y abandona el lado de la ciudadania.
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¿Es consistente?
El independiente es consistente en sus denuncias. Sin importar quién abuse o en qué circunstancias, un procurador independiente se mantiene firme en sus posturas.
El alineado puede llegar a guardar silencio. Ante presiones políticas o si no le conviene, un procurador "alineado" puede dejar de denunciar lo que antes exponía.
Esta breve guía puede ayudar a identificar cómo debería comportarse un procurador independiente y qué debe esperar la ciudadanía de un funcionario de este nivel.