En la UFC nunca faltarán dos cosas, los buenos golpes y la emoción que dejan los contrincantes en el octágono. Eso fue lo que se dio el sábado durante el evento UFC 277, que tenía segundas peleas entre dos contendientes a títulos en las divisiones gallo y mosca.
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La más evidente, por su componente de sangre fue la pelea entre Amanda Nunes (hoy 22-5) y Julianna Peña (12-5) en el combate principal para recuperar el campeonato gallo que había perdido en diciembre, en uno de los grandes batacazos de la compañía estadounidense.
La brasileña se impuso por decisión unánime en cinco asaltos y los jueces dictaminaron un 50-45, 50-44 y 50-43 a su favor para concretar su revancha y llevarse el peso gallo de las mujeres en un combate con mucha sangre en la lona. Anteriormente había ganado el peso pluma, con lo cual es doble campeona en la UFC.
“A Julianna le falta un gran trozo en la frente, por eso irá a ver a un cirujano plástico. Estaba muy herida, porque hubo cinco o seis caídas en las dos primeras rondas. Ahora necesita tomarse un tiempo libre, relajarse, pasar tiempo con su hija y luego volver a entrenar”, dijo Dana White, dueño de la compañía, luego de la velada.
Mientras tanto en un combate no menos sangriento, el mexicano Brandon Moreno ganó por nocaut técnico en el tercer asalto a Kai Kara-France por el cetro interino mosca, gracias a una brutal patada a la zona hepática y una constante de golpes al rostro de Kara-France.
Así, el mexicano oriundo de Tijuana que suma un historial de 20 victorias y 6 caídas llegó como el retador con mejor ranking en la división, mientras que el neozelandés Kara-France (24-10) era el segundo en ese escalafón. El campeón Deiveson Figueiredo se lesionó una mano y quedó fuera del campeonato.