En la campaña electoral de 2019, Josselyn Palacios, una joven de 24 años de edad, originaria de Suchitoto, en el departamento de Cuscatlán, se sumó a las decenas de muchachos entusiasmados por la candidatura de Nayib Bukele para llegar a la Presidencia de la República.
Tres años después, Bukele ocupa la silla presidencial, pero Josselyn tuvo que huir de El Salvador y exiliarse en otro país por las amenazas de ser capturada bajo un régimen de excepción ordenado por el presidente Bukele, el mismo al que ella ayudó para que llegara al Poder.
“Desde el principio apoyé, pero a la hora de las horas como hace la mayoría de partidos me hicieron a un lado ellos”, lamentó la joven.
Josselyn relata que junto a otros jóvenes del municipio se dedicaron también a recoger firmas para ayudar en la formación del partido oficialista Nuevas Ideas y aunque nunca se afilió a ese instituto político, su respaldo a la campaña electoral de Bukele fue desde que lanzó su candidatura hasta el día en que se cerró la campaña electoral en San Salvador y Bukele recibió su investidura presidencial.
“Desde 2019 estuve ayudando, desde que inició la campaña prácticamente, porque incluso, iba a Cojutepeque, allí llegó Nayib y luego al cierre de campaña también apoyé que fue en San Salvador”, manifestó en entrevista con El Diario de Hoy.
A pesar de su respaldo a Bukele, ella dice que se fue retirando del movimiento y prefirió no comprometerse más, debido a que en Suchitoto observaba mucho “divisionismo” entre los militantes del ahora partido Nuevas Ideas.
Revela que eran unos 4 grupos, uno que apoyaba al alcalde actual, otros que también querían lanzar otras candidaturas para la municipalidad de Suchitoto y diputados para la Asamblea Legislativa, pero señala que cada quien jalaba agua para su propio molino.
Todo eso la desanimó mucho, dice la joven, por lo que decidió no continuar con el movimiento y menos afiliarse al partido, pero ahora todo eso se queda corto debido a su situación actual, con su hermano preso acusado de ser pandillero y con su exilio para evitar correr la misma suerte.
Según ella, era la próxima para ser encarcelada sin que la Policía tuviera argumentos válidos para esa acción, asegura Josselyn.
De su hermano, la joven sospecha que la Policía lo capturó solo por una foto que presume la encontraron en el perfil de su Facebook. Recuerda que fue el viernes Santo cuando su familiar se encontraba limpiando un Molino en el cual trabajaba cuando estaba de libre de su trabajo formal.
“Ellos (la Policía) andaban esa fotografía, la que han subido a redes sociales, ellos ya la andaban, por eso se lo llevaron, porque cuando le pregunté al señor agente de por qué se lo llevaban me dijo: por marero igual a vos y agradecé que no te llevo, agradecé que te he dado chance”, son las palabras que Josselyn recuerda de ese día.
Además, asegura que la Policía le atribuye a su hermano ser pandillero del municipio de San Bartolomé Perulapía, del departamento de Cuscatlán, pero afirma que ellos no residen en ese lugar, sino en Suchitoto.
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Josselyn cuenta que la presión de la Policía hacia su persona fue mermando después de que otro día la fueran a buscar a su casa con la intención supuestamente de llevársela detenida, pero ella no se encontraba en la vivienda.
Relata que la “persecución volvió” hasta que participó de la marcha de los familiares de los detenidos durante el régimen de excepción hacia Casa Presidencial el pasado 19 de julio de 2022.
“Yo la verdad, nunca he andado en esas cosas (pandilleriles) y deben haber dicho: bueno, así dejémoslo, hasta que hicimos la marcha empezaron otra vez con esas cosas”, lamentó.