Mientras el fútbol salvadoreño sigue en el limbo, legalmente Hugo Carrillo, presidente de la Fesfut ante FIFA, que es el ente rector del fútbol mundial y el único que debe reconocerlo así, acaba su periodo este domingo último de mes. El resto del Comité Ejecutivo de la Fesfut renunció previamente, a días de que se finalizara también su periodo.
En pocas palabras, la era de Carrillo al frente de la Fesfut ya se termina, aunque, a estas horas sigue siendo el presidente. Así lo explicó Pedro Hernández, el presidente de la Liga Mayor: "En tanto FIFA o su organismo regional y la FESFUT a través de un Congreso no haya despojado al sr. Carrillo de su envestidura de Presidente, ya sea por la vía de la remoción o retiro de su mandato y por causa debidamente justificada sustentada en el marco normativo de FIFA o FESFUT, él se encuentra legitimado en el ejercicio de su cargo hasta que expire el periodo para el que fue electo", es decir, este 31 de julio.
Sin embargo, eso no implica que Carrillo no podría volver a la silla presidencial o al Comité Ejecutivo de la Fesfut. Hay que entender que la investigación que se realiza en contra de Carrillo desde el estado es otro asunto. Y dos, la sanción del Tribunal es algo que no reconoce FIFA. Por ello, hasta este sábado, Hugo seguía siendo el presidente. Y por ello mismo, si algún sector que representa al fútbol, como Primera División, Adfas, etc., lo promueve para la siguiente elección, entonces podría volver. La otra vía sería que FIFA interponga una Comisión Normalizadora (todo apunta a que habrá una en El Salvador) y que decida que Carrillo sea el presidente de esta, o miembro de la misma. Esto no es nuevo, y es bastante común. De hecho, ocurrió en el pasado con Rodrigo Calvo y Reinaldo Vásquez.
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De las dos vías, la primera parecería descartada en tanto que de las mesas de trabajo de las llamadas fuerzas vivas del fútbol surgió un pedido de renuncia a Hugo Carrillo y todo el Comité, por lo que se puede inferir que no habría apoyo a futuro para este. De la segunda, la última y única palabra válida es la de FIFA, que, por cierto, aunque se informa por otras vías si así lo requiere, la forma oficial de enterarse de todo el tema ha sido a través del Comité Ejecutivo que estaba en vigencia, vía comunicación con el secretario Luis Pérez, bajo la dirección de Carrillo.Qué versión le ha contado Fesfut a FIFA sobre todo el lío, sólo ellos lo saben.
Pero técnicamente, Carrillo podría volver, salvo que los jugadores, equipos, dirigentes y, sobre todo los delegados que votan en las asambleas, no lo permitan, aunque en el pasado fueron los que permitieron que todo continuara a sabiendas que expiraría el tiempo de las credenciales que otorga el estadio para reconocer formalmente en el país a la Fesfut.
A partir de hoy, surge otro problema, ¿quién toma la voz en nombre del fútbol para hablar con FIFA? Lo que se especula que ocurrirá es que enviarán sus delegados, en un tiempo impredecible, ya sea para averiguar más (en el mejor de los casos) o, en su defecto, para nombrar la Comisión Normalizadora. Y, en el peor, sancionar a El Salvador por la ingerencia estatal al haber paralizado las funciones de la Fesfut.
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