El miedo de que un insecto entre en tu oído mientras duermes, no es completamente infundado, aunque la posibilidad de que esto suceda es mínima, debido a que el olor y las sustancias amargas presentes en la cavidad alejan a los intrusos.
Sin embargo, de acuerdo con Clínica Mayo, los hábitos a la hora de dormir pueden propiciar un episodio de estos, por ejemplo al dormir con mascotas o al aire libre.
"Si el insecto se arrastra, es posible que sientas una sensación de cosquilleo. Si el insecto se adhiere dentro de tu oído, muerde o pica, sentirás picazón y dolor", detalla el portal especializado en salud.
Otros síntomas de que un insecto ingresó a tu oído, son: sangrado, inflamación, sensación de oído tapado, rezumar (salida de líquido) y tinnitus.
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En este sentido, es vital mantener la calma para sacar al insecto rápidamente, pues algunos como las garrapatas, pueden transmitir graves enfermedades.
A la vez, como cualquier objeto extraño que se aloja en tu oído, un insecto también puede irritar los nervios craneales que transmiten información al cerebro.
Lo más recomendable es consultar a tu médico, pero si se te dificulta en el instante que sucede, "no intentes quitarte un insecto del oído con un objeto puntiagudo, como unas pinzas. Tampoco debes ponerte ningún otro objeto, como hisopos de algodón, en tu oído. Estos podrían empujar el insecto más hacia el tímpano", enfatiza el referido sitio web.
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En su lugar, intenta enjuagar tu oído con una jeringa de agua tibia, siguiendo estos pasos:
1- Inclina la cabeza hacia un lado, de modo que la oreja afectada se incline hacia abajo.
2- Hala la oreja hacia arriba y hacia abajo. Esto enderezará el canal auditivo y facilitará la irrigación.
3- Vierte agua tibia suave y lentamente en tu oído con una jeringa.
4- Deja que el agua se escurra.
5- Busca inmediatamente atención médica para descartar daños en la cavidad.