“Aquella noche mi hermano nos alertó, era cerca de la medianoche cuando nos levantamos, el agua ya había comenzado a subir, la casa estaba inundada”, explicó Mercedes Martínez.
Ese momento, al que refiere la mujer de 53 años, ocurrió el 7 de mayo de 2021, y hasta este momento (15 meses después), ella y su familia esperan la facilidad, “no regalado”, para encontrar la solución a los daños causados por un tubería rota en el patio de su vivienda.
Ella, junto a nueve miembros de su familia, vive en la 4a. calle Oriente, en el barrio San Esteban, en las cercanías del mercado Tinetti, en la zona oriente de San Salvador.
La tubería en mención es de aproximadamente 10 pulgadas de diámetro y está destinada para evacuar agua lluvia, aunque en ella también hay descarga de aguas negras.
“Pasamos horas sacando el agua a como pudimos, unos amigos de mis hijos ayudaron, fue muy difícil”, comentó Mercedes.
Los daños
Gran parte del patio de la propiedad se encuentra destruido, la falla en la tubería minó el suelo hasta provocar que se hundiera fácilmente metro y medio.
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A su paso, cuando el suelo cedió, uno de los baños de la propiedad se derrumbó y cayó a lo profundo de la zona afectada.
“La gran preocupación de nosotros era sacar a mi papá, José Constantino Martínez, el permanece en los cuartos de atrás, es un hombre de 90 años, con padecimientos ya de su edad, al final por un ladito lo logramos sacar”, continuó Mercedes.
A los días de aquel episodio, socorristas les ayudaron a movilizar algunos enseres.
Tras más del año de ocurrido el desastre, la familia de Mercedes observa cómo se acrecientan los daños en la propiedad familiar.
Para la tormenta Bonnie, que afectó a inicios de julio a El Salvador, esa familia volvió a sufrir por la inundación en su casa, es más aseguran que “cada tormenta el espacio resulta con más daños”.
En los alrededores de la zona afectada aún permanecen los muebles dañados por el agua de las inundaciones, algunos de ellos conservan las marcas de hasta donde subió el agua, en los gaveteros fue poco menos de la mitad.
También hay numerosos libros y revistas destruidas por la humedad.
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A más del año y sin salida
Una enorme grieta en la pared del vecino de Mercedes evidencia que los daños han trascendido y la amenaza empeora .
La familia de esta mujer permanece en esa misma casa contigua, el propietario les ha colaborado infinitamente.
El inmueble de la familia de Mercedes ha sido inspeccionado por el personal de la municipalidad, y otras instituciones; también se han organizado reuniones, pero no se concreta la solución.
“Mi papá comenzó a vivir aquí alquilando, después tuvo la oportunidad de comprar, es una vida la que tenemos en la casa”, puntualizó Mercedes.
Además, ella lamentó la burocracia y falta de interés de las instituciones para ayudar a resolver el problema de su familia.
“Con la burocracia que se manejan (las instituciones) dan ganas de llorar, hasta nos habían pedido demostrar que la casa es de mi padre, ya se hizo, seguimos a la espera”, concluyó la Mercedes.