La guerra comienza simbólicamente en Twitter, con amplia interacción, hostilidad, insultos, anonimato, respuestas y bloqueos; pero las batallas terminan en YouTube y TikTok de manera unilateral con limitada posibilidad de respuesta e interacción. Pero algo está mal aquí…
Aclaremos conceptos: La guerra es un “conflicto”, generalmente armado, en el que intervienen dos o más partes. Una batalla se podría definir como un “combate” entre dos o más contendientes en donde cada uno de ellos tratará de derrotar a los demás. Las guerras son guiadas por la “estrategia” mientras que las batallas son las fases en las que se emplea la “táctica”. Estrategia (como voy al campo de batalla) y Táctica (cómo me muevo en el campo de batalla)
“El arte de la guerra” de Sun Tzu presenta una filosofía de la guerra para la gestión de los conflictos y ganar batallas; es considerado una obra maestra sobre la estrategia, por lo que ha sido frecuentemente citado y referido por generales y teóricos desde que fue publicado, traducido y distribuido. Utiliza un lenguaje que puede ser inusual en un contexto occidental sobre guerra y estrategia, pero ¿qué pretende enseñar El Arte de la Guerra?, veamos diez ideas esenciales:
1.- El arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar. 2.- Conoce al adversario y sobre todo conócete a ti mismo y serás invencible. 3.- Quien no tiene metas, es poco probable que las alcance. 4.- Es cuando estás rodeado por todos los peligros que no debes temer a ninguno. 5.- La guerra es un asunto de vital importancia para el estado. 6.- Todo arte de la guerra se basa en el engaño. 7.- Debemos fingir debilidad, para que el enemigo se pierda en la arrogancia. 8.- Ataca a tu enemigo cuando no esté preparado, aparece cuando no te esperan. 9.- Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca. 10.- Si haces que los adversarios no sepan el lugar y la fecha de la batalla, siempre puedes vencer.
Ciertamente, sin un disparo y sin una acción policial o militar, desde las redes sociales se está cambiando la historia; y entender la lógica comunicacional en la era de la información -como diría Manuel Castells- es clave para descifrar las nuevas redes y nodos de la informática social; algo estudiado desde hace años por mi antiguo maestro Rob Kling, de la universidad de Indiana (What is Social Informatics and Why Does it Matter?, 1999)
En las guerras y batallas digitales contemporáneas también hay que entender otros aspectos o fenómenos: El enemigo tiene una identidad que no conoces, y puede estar más cerca de lo que crees. Los francotiradores digitales -o troles-no tienen ideología sino que son mercenarios a sueldo. Los linchamientos digitales son súbitos y se escalan exponencialmente sin lógica ni control. Pocas palabras, y más imágenes, valen más que textos profundos.
Hace unos meses circuló un documento anónimo titulado “Identificación de ecosistema de difusión masiva” en el cual se establecía un mapeo de medios digitales, paginas o cuentas en redes sociales, cuentas matrices, activistas, etcétera, a través de los cuales se enarbolaban campañas, se establecían posicionamientos de temas o se masificaban cortinas de humo. En los hallazgos de este documento se definía lo siguiente: “Se detectaron 216, 858 cuentas falsas, de las cuales el 74% se encuentran en la red Twitter. La difusión principal del mensaje de posicionamiento se centra en Facebook, YouTube y WhatsApp”.
No tenemos certeza que los datos sean válidos o confiables, pero coinciden con algunos resultados de la unidad de análisis del Centro de Modelaje Matemático “Carlos Castillo-Chávez” y Disruptiva.media; en efecto, en el análisis de “Social Blade” nos indica que: “En YouTube, la maquinaria comunicacional afín al gobierno tiene días de hasta 250 videos publicados en la red audiovisual. Hay una especie de adoctrinamiento y venta de que las acciones y decisiones del presidente Nayib Bukele son: las correctas, las que serán copiadas en el extranjero, las que pondrán en jaque a gobierno de primer mundo, las más sabias, las más benevolentes, las que están amparadas en Dios, etc. (…) de los 100 canales salvadoreños más influyentes, más de 15 están directamente ligados con el gobierno o el presidente Nayib Bukele”.
Parafraseando a otro cuestionado “maestro de la guerra”, Clausewitz: la política contemporánea y populista parece ser la continuación de la guerra por otros medios alternativos y digitales; en efecto, ahora es a través de Twitter en dónde muchos ciudadanos exponen casos, videos, y desde allí se arman casos “judiciales”, se sanciona y se imparte justicia.
Superamos los paradigmas de la globalización, la sociedad de la información, la economía del conocimiento, estamos en una vertiginosa transformación digital de todo, y no hay escapatoria; la vieja racionalidad aristotélica y cartesiana ya no logra explicar lo que estamos viviendo. La legión de idiotas de Umberto Eco, es una realidad, compiten y están a tu lado, te comentan, te retan, de insultan y te ganan la batalla y la guerra; y por si fuera poco, padeciendo agudamente el síndrome de Estocolmo, agradecen a dios los perversos efectos colaterales que puedan sufrir del fuego amigo de sus gobernantes; debe ser un plan misterioso, demasiado misterioso que se padece y vive gracias al ADN de las redes sociales.
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Investigador Educativo/opicardo@asu.edu