Quién diría que una colección de bicicletas puede lograr que la imaginación de una persona vuele a edades tempranas, dibuje una sonrisa y recuerde, incluso, icónicas escenas de series de televisión.
Esas son solo parte de las vivencias que se experimentan en el Museo de la Bicicleta, una iniciativa del Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (Cesta), que además de despertar los mejores recuerdos, también busca concientizar sobre el cuidado del medio ambiente.
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Se trata de un lugar donde se muestran al menos 36 modelos de este medio de transporte, algunas de ellas de lo más inusual en el entorno salvadoreño.
“Este proyecto inició entre 1985 y 1990, junto al programa “Sin bicicleta no hay planeta. La idea del presidente del Cesta, Ricardo Navarro, fue mostrar las más singulares”, comentó Edwin Ramírez, coordinador de la Escuela taller eco bici de Cesta.
Si bien en aquel entonces la idea fue puesta en marcha, la exposición inició apenas hace cuatro años.
“Hay organizaciones que recolectan bicicletas en otros países. Cesta se encarga de traer el contenedor al país, y de allí se eligen las que resulten más extrañas, antiguas o llamativas. El resto se usa en los programas del Cesta, los mismos que buscan medios de transporte alternativo y sin contaminación”, explicó Edwin.
Entre las más llamativas
La colección exhibida tiene gran variedad de modelos, casi para todos los gustos, pero hay algunas que sobresalen.
Entre los modelos más llamativos de la muestra se encuentra un triciclo de los años 50, muy parecido al usado por Kiko y el Chavo del 8 en la Vecindad.
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Destaca también una “bicicleta de cartero” de los años 40, similar a donde transportaba la correspondencia Jaimito, siempre del programa televisivo mexicano de Roberto Gómez Bolaños.
“Esas son quizás las más antiguas y llamativas, por la referencia al programa del Chavo 8, que tenemos en exhibición”, añadió Edwin.
Ambos modelos son de fabricación estadounidense y preservan piezas con baño de cromo, sus llantas de hule sólido, además del chasis pintado en tono gris pastel.
“La colección como tal puede ser de más de 60 modelos con distintas particularidades, pero por el espacio se exhibe la cantidad bastante limitada”, dijo Edwin.
En el lugar algunas de las bicis no tienen una ficha técnica “por el tiempo” no ha sido posible elaborar la documentación, pero los diseños de las mismas parecen muy anteriores a los actuales, lo mismo hace imaginar su antigüedad.
Hay muestras para los diferentes tipos de usos: algunas para andar en la playa, la ciudad y paseos urbanos. También hay más estilizadas o estilo patineta.
Además de tecnologías que en el país quizás se vieron poco y en la actualidad son más distantes como: tracción por medio de sistema de cardan (no la convencional cadena), y de frenos por varillas (no el tradicional cableado).
La entrada al Museo de la Bicicleta es gratis. Solo se dice la seguridad que quiere entrar a ver y si el grupo de visitante es grande es necesario coordinar la atención.
Si desea visitar el Museo de la bicicleta, tome nota:
La entrada es gratis. Los horarios son de 8:00 de la mañana a 5 de la tarde, de lunes a viernes.
La dirección es kilómetro 4 y medio de la carretera antigua a San Marcos, # 392.
Para llegar puede ingresar por la Terminal del Sur, si viaja por la autopista a Comalapa; o la tomar la calle antigua a Zacatecoluca, y encuentra a Cesta después de los centros comerciales
En bus se llega por medio de las rutas 26 y 11, ambos buses.
Cesta organiza pedaleadas los viernes por la tarde, recorrido es urbano y nivel fácil. Se puede prestar la bicicleta en el lugar.