La ropa permanece amontonada e intacta en la cama donde dormía Jennifer Azucena Galdámez Fuentes, de 26 años de edad. Un cuarto hecho de láminas, y con una diminuta ventana que deja entrar poca luz, fue el escenario de un crimen que ha hundido en dolor a toda una familia.
El pasado jueves 7 de julio, a eso de las 11 de la mañana, Galdámez fue trasladada con urgencia por una patrulla del 911 al hospital Rosales, pero al llegar a Emergencias, ella ya había muerto. La joven, madre de dos menores de edad, fue asfixiada presuntamente por David Solano, su ex compañero de vida, con quien mantuvo una relación de cuatro años, pero en diciembre de 2021 se habían separado porque el hombre era demasiado controlador, celoso y manipulador.
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Según relató la familia, Solano apareció en su casa, de manera inusual, con deseos de ver a Jennifer. Sin mayor explicación, le pidió a la abuela que se quedara cuidando a los niños y que no permitiera que ingresaran al cuarto donde quería reunirse a solas su expareja. La mujer de 73 años accedió a dejarlo entrar porque pensó que buscaba una reconciliación con su nieta.
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Pasaron unos 45 minutos cuando Solano salió del cuarto bañado en sudor y se marchó prometiendo que iba a comprar comida para sus hijos y regresar.
“Entré al cuarto y vi a mi niña con los labios morados, le grité a Mario (el abuelo) que me alcanzara el alcohol y comencé a sobarla toda. Me la dejo arrinconada en un montón de ropa que ocupó para ahogar a mi muchachita. Me la ahogó”, confirmó Remberta Jiménez.
La chica fue velada en la casa comunal de la colonia Milagrosa, de Ciudad Delgado, a 200 metros de donde vivía y fue sepultada en el cementerio general el sábado 9 de julio, por la mañana.
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Según un agente de la subdelegación policial de Ciudad Delgado, el responsable está prófugo y no tiene mayor detalle de lo sucedido. “Hasta donde yo tengo conocimiento se trasladó a la joven al Rosales y allá murió. No tuve acceso a la autopsia”, comentó.
La bisabuela de los niños pide pronta justicia para su nieta y espera que la policía capture al hechor antes de que cometa otro crimen.
“Cómo quisiera saber, necesito saber si lo han agarrado. Para mí es una angustia que me han quedado los niños y pienso que me les puede hacer daño. Esa es mi amargura que tengo que me les puede venir hacer daño. Quisiera una noticia que lo capturaron”, expresó Jiménez.
La madre Galdámez, quien prefirió el anonimato, comentó que los hijos de la víctima están recibiendo terapia. “Para mí es doloroso estar hablando esas cosas”, concluyó.
