Los cadáveres de 46 inmigrantes fueron encontrados este lunes por la tarde al interior de un tráiler abandonado en las afueras de San Antonio, Texas.
Así lo afirmó el gobernador de este estado, Greg Abbott. Texas es un territorio fronterizo con México y suele ser uno de los principales pasos de inmigrantes sin documentos hacia Estados Unidos.
El jefe de bomberos de San Antonio, Charles Hood, indicó que 16 personas -12 adultos y cuatro niños- habían sido trasladadas al hospital vivas y conscientes.
"Los pacientes que vimos estaban calientes al tacto, sufrían de insolación, agotamiento por el calor, y sin señales de agua en el vehículo. Era un camión refrigerado, pero no había evidencias de que hubiese una unidad de aire acondicionado funcionando", dijo el jefe de bomberos.
Autoridades sostienen que este es uno de los peores episodios de muerte de migrantes en los años recientes.
Los oficiales dijeron que tres personas habían sido detenidas por el incidente.
El vehículo fue hallado en una carretera cerca de la autopista I-35, una ruta que llega directo a la frontera con México.
Se presume que todas las víctimas ingresaron a los Estados Unidos de manera irregular e ingresaron por la frontera con México, aunque no hay más detalles sobre la identidad de los fallecidos ni su nacionalidad.
El canciller de México, Marcelo Ebrard, anunció que uno de los cónsules generales de México estaba en camino al sitio donde se encontró el tráiler. Ebrard ofreció sus condolencias y afirmó que aún se desconoce la nacionalidad de las víctimas, según reporta el New York Times.
Según el New York Times, la policía de San Antonio ha lanzado una búsqueda del conductor del vehículo abandonado en cuyo interior estaban los cadáveres.
De momento, las autoridades no tienen claro cuál es la causa de fallecimiento de las personas al interior del camión. Sin embargo, se presume que las elevadas temperaturas pudieron haber jugado un rol en la muerte de estas 46 personas.
En las últimas semanas, San Antonio y otras ciudades han alcanzado temperaturas récord, alrededor de los 40 grados centígrados en un verano particularmente duro en el sur de los Estados Unidos.
Se espera que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) asuma pronto la investigación sobre este caso, uno de los peores en su tipo en la historia reciente del país norteamericano.
Por su parte, el gobernador Abbott, del partido Republicano, ya culpó a Joe Biden y a sus “políticas de fronteras abiertas” de la tragedia. “Esto evidencia las consecuencias de rehusarse a aplicar la ley”, dijo.
En una tragedia anterior, el 10 de julio de 2017, 10 migrantes murieron en San Antonio luego de que 200 mexicanos y guatemaltecos fuesen embutidos en un camión con la refrigeración dañada.