En medio de una de las coyunturas más tensas de la actual administración de la Federación Salvadoreña de Fútbol, la Selecta Nacional Sub-20 intentará renovarle esta tarde el brillo a la cara más alegre de este deporte en el país y ofrecer un nuevo recital de goles y buen juego, abriéndose así el camino menos rocoso del Premundial de Concacaf.
Con el Mundial de Indonesia y los Olímpicos de París entre ceja y ceja, la Azulita de Gerson Pérez intenta hacer oídos sordos al nuevo caos repentino que estalló a su alrededor este el último fin de semana: ruptura entre la alta cúpula federativa y la dirección deportiva; acusaciones entre jugadores y dirigentes por temas disciplinarios; diferencias palpables entre cuerpo técnicos de distintas selecciones. Un clima espeso que se enrarece cada día más.
Para seguirles la pista, quedó listo el calendario eliminatorio para la Sub-20
En medio de tanta intriga, la Selección Sub 20 parece ser el único agente que resiste y se acoge a su trabajo dentro del verde césped para ofrecer lo único que importa. Con goles y un alegre desempeño este domingo frente a una gris Guatemala (5-1), los cuscatlecos vuelven hoy al Estadio ‘Chelato’ Uclés de Tegucigalpa para intentar dar cuenta de su similar de Aruba, que también palideció esa noche en su primera presentación contra Panamá (5-0).
Los juveniles no salieron exentos de toda la locura que enreda cada día más al fútbol salvadoreños. De hecho, con ellos inició todo cuando se les negaron premios por una hipotética clasificación al Mundial y a los Olímpicos, aunque que esta semana han sido cuestionados por algunos videos que en redes sociales exponen un supuesto mal uso de las instalaciones de Villa Selecta, el hotel oficial del equipo.
Gerson Pérez, su seleccionador, intentó restarle presión a la situación, primero aludiendo desconocimiento y luego prometiendo ocuparse del tema en tanto superen esta tarde su segundo escollo en la eliminatoria regional. Aruba se perfila como la cita perfecta para que el equipo refrende las excelentes sensaciones que dejó en su debut ante los chapines, con base a la posesión del balón (61%, según datos de Concacaf), a su presencia constante en el campo rival y a su búsqueda del gol prácticamente todo el jugo (17 tiros al arco).
Sin embargo, dos aspectos advirtió ya Pérez que pueden condicionar el rendimiento de su equipo en lo que resta del torneo. Una es la fragilidad defensiva que, pese al claro dominio, evidenció la Azulita en los pocos minutos en que Guatemala, mediante su único hombre incisivo, consiguió llevarse el partido al área de gol salvadoreña. Pérez lamenta que la falta de tiempo de trabajo no le permita pulir esta clase de detalles.
Gerson Pérez sobre la Selecta Sub-20: "Son unas bestias para trabajar"
“Este equipo puede jugar con pelota, eso no me preocupa. Yo todavía tengo que corregir lo defensivo sin poder entrenarlo. Ese es el reto más grande... Guatemala nos quiebra fácil la última línea y eso tenemos que mejorar. Cualquier otro rival te castiga”, dijo ayer en “Fanáticos”.
En segundo lugar, el equipo tiene que saber sobrellevar la carga física propia de disputar partidos cada 48 horas a lo largo de este torneo, más aún con el duelo contra los panameños a la vista, fundamental para que El Salvador postergue su duelo ante los gigantes de la región.
Pérez, por lo tanto, se debate entre no tocar al equipo que viene de ganar, manteniendo así el ritmo de juego, y rotar al plantel para dosificarlo y mantenerlo lo más fresco posible ante la etapa decisiva del torneo, en el que solo figurando entre los primeros cuatro le otorga un premio gordo a sus competidores.
En ese orden, no sorprendería la entrada de algunos elementos que vienen de suplencia, como Robinson Aguirre en el puesto del centrocampista Jeremy Garay, Danny Ríos como relevo de Ronnie Arévalo o los delanteros Javier Mariona y Alex Umaña para refrescar el aparato ofensivo que hizo lucir a Andrés Rivas, Mayer Gil e Isaac Esquivel.