“Todo ha subido” fue la respuesta de todas las dueñas de comedores con las que se habló durante un recorrido de El Diario de Hoy para consultarles cuáles son los productos alimenticios que están comprando más caros y cómo les afecta en sus negocios.
“El maíz lo estamos comprando a $30 el quintal y uno qué puede hacer; toca hacer un poquito más pequeñas o un poco más delgadas las tortillas, pero mantenemos a cinco por $0.25, porque sino la gente no compra”, explica Paula Escobar, quien trabaja en la venta de tortillas y pupusas desde los 10 años.
Vendedoras de mercados resienten que la inflación en los precios de la canasta básica ha afectado mucho sus negocios y sus ventas. "Solo vendemos la mitad", "cuando les decimos los precios, los clientes se asustan", dicen las comerciantes.
Patricia de González, otra de las comerciantes que tienen venta de comida en las afueras del Mercado San Miguelito en San Salvador, asegura que ha tenido que reducir las porciones en el plato de comida para no aumentarle precio.
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“Todo esta más caro. Antes le daban hasta siete güisquiles por $1 y ahora un güisquil pequeño le cuesta $0.50; la libra de pollo ha subido mínimo $0.10 por libra y a quienes le compramos no dicen por qué está tan caro todo, pero pues como hay que comprar y pagar, una es consciente también que la gente tiene poco para comprar”, dice Patricia.
En los alrededores del Mercado San Miguelito el precio de los platos de comida varían y se pueden encontrar desde $1.50 si le dan un relleno de algún vegetal, arroz, ensalada fresca y dos tortillas, pero si quiere fresco son $0.25 más; si compra un plato de pollo con los mismos complementos puede costar entre $2 y $2.25, dependiendo de la pieza de pollo que quiera el cliente, explica la comerciante.
Esa es la estrategia que utilizan en la mayoría de los negocios de comida. “Damos un poquito menos o sustituimos unos alimentos por otros, para no salir tan afectados. Todo ha venido subiendo desde la pandemia, pero los últimos meses ha sido peor y va a llegar un momento que habrá que subirle precio al plato, porque esto no mejora”, expresa otro comerciante que pidió no ser citado.
“Me siento decepcionada”
Marta Arévalo tiene 67 años de edad y toda su vida ha trabajado de hacer tortillas y pupusas; ella dice que se siente decepcionada con esta situación, ya que a penas obtienen ingresos para comer.
“La edad que tengo es lo que tengo de estar aquí, porque de tres meses me trajo mi mamá y con esta situación yo me siento decepcionada, todo lo que compramos ha subido: la bolsa de lorocos de $1 ahora cuesta $4, el aceite ha subido”, comenta Marta.
En otros negocios cerca de la Alcaldía de San Salvador, comerciantes como Rosa Segovia dice que no puede fijar un precio al plato de comida, porque los costos de los productos que compra suben cada semana.
“Todo ha aumentado; una hace sacrificios porque hay compromisos que pagar, además aquí genero cinco empleos, aparte de mi, y aunque sea poco pero las señoras necesitan un ingreso y me ha tocado aumentarle aunque sea $0.10 o $0.15 al plato de comida, sino no se sale”, explica Rosa.
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Por su parte, un comerciante, que vende tortas en el centro de San Salvador, quien se identificó solo como Melvin dice que ha tenido que aumentar el precios entre $0.25 y $0.50 por torta.
“Todo ha subido, el pan me dan uno menos por $1, el repollo antes valía $1 y ahora $2.50, por eso la torta que dábamos a $2 ahora toca darla a $2.50”, añade.
Cierre de negocios
Otro comerciante que tenía una venta de antojos típicos en el centro capitalino comentó que hace dos meses tuvo que cerrarlo debido a que solo tenía pérdidas.
“Yo tenía un negocio de antojitos y tuve que cerrarlo, porque está demasiado caro el producto; las empanadas las daba a $0.25 y le tuve que aumentar $0.10, pero así la gente no me la quiso comprar; vendía también papas fritas, pero cada quintal de papa cuesta $95 y antes costaba $40, ¡imagínese cuánto ha aumentado! Y el platito de papa frita a $2 la gente no lo paga, porque al sacar el costo del aceite, el queso, la salsa, la mayonesa, los palillos, la sal, el platito desechable y mi mano de obra, yo salgo perdiendo; tuve que cerrar”, lamentó C.F., quien pidió no citar su nombre para evitar problemas.
Al preguntarle a los comerciantes porqué creen que han aumentado tanto los precios de los productos, la mayoría dice que por el alza de los combustibles. “Si el petróleo sube, sube el precio de la canasta básica. A mí, mi proveedor de embutidos me dice que como hay inflación aumenta el costo de operación, entonces me dan el producto más caro”, explicó Melvin.
