Mauricio Adonay Villacorta Santamaría no es pandillero ni extorsionista con antecedentes delincuenciales, como publicó la Policía Nacional Civil (PNC), el lunes anterior, horas después de que fuera capturado, sacándolo con mentiras de su casa, en el cantón Santa Rosa, municipio de Quezaltepeque, departamento de La Libertad.
Adonay fue puesto en libertad definitiva el pasado miércoles, al final de la tarde, según confirmaron algunos de sus parientes a El Diario de Hoy, que ese mismo día informó sobre la forma en que fue arrestado.
El lunes anterior, la Policía informó que Adonay había sido capturado en el municipio de Santa Rosa de Lima, departamento de La Unión, en donde exigía la llamada “renta” que exigen grupos de pandillas.
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Varios sitios de noticias afines al gobierno, incluyendo Diario El Salvador, órgano de propaganda gubernamental, repitieron los señalamientos que la PNC le hacía a Adonay, a pesar de que este es una persona con el 90 % de discapacidad, según afirmaron sus parientes.
A pesar de tales acusaciones, Adonay regresó el miércoles, al filo de las 7:00 p.m., tres días después de que la Policía lo arrestó de manera arbitraria, según parientes. Su regreso se debe a que no es cierto que sea miembro de pandillas ni que se dedique a extorsionar a comerciantes de Santa Rosa de Lima.
Fuentes de la Fiscalía de Santa Tecla, que hablaron a condición del anonimato, afirmaron que fue remitido por la Policía solo bajo el delito de agrupaciones ilícitas y ninguna acusación sobre extorsión.
De acuerdo con las fuentes, el caso de Adonay ha sido archivado definitivamente por el delito antes mencionado, pues en su contra no había muchas pruebas. Supuestamente los policías lo arrestaron luego de recibir una denuncia anónima a través de la cual señalaron a Adonay de ser pandillero y extorsionista.
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Adonay es manco de ambas manos y solo tiene un 25 por ciento de visibilidad en un ojo, desde septiembre de 2005, cuando siendo un adolescente, encontró un artefacto explosivo que había sido puesto al descubierto por las lluvias.
Al llevarlo a su casa, Adonay, entonces de 16 años, intentó destapar el artefacto para ver de qué se trataba. Fue entonces que ocurrió la explosión que lo dejó manco y ciego de ambos ojos, pero con una operación de trasplante de córnea en Estados Unidos, logró recuperar un poco la vista del ojo izquierdo.
A pesar de su discapacidad en los brazos y ojos, Adonay cría cerdos y unos pocos semovientes, además de cultivar la tierra para lo cual ha adaptado herramientas a sus prótesis.