Las palabras del médico infectólogo, Jorge Panameño, resumen la conducta cotidiana y los hábitos de prevención sanitarios de gran parte de la población: “Infelizmente ya a nadie le preocupa el covid”.
Señala que si hay síntomas como tos o congestión nasal, es más posible que la persona lo relacione con gripe común o alergia; y es menos probable que lo asocie a covid.
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El doctor Panameño, al igual que otros especialistas médicos , han observado un alza en la atención de pacientes con sospecha o confirmación de estar infectados de covid.
“En este momento estamos en la quinta ola. A principios de mayo comenzamos la elevación (de casos) y ahora estamos en plena fase de aceleración de una quinta ola, pero ya las implicaciones son diferentes”, dice el infectólogo.
Esas “implicaciones diferentes” se refieren a que “a estas alturas de la pandemia, ya no es importante determinar la cantidad de gente infectada, sino la cantidad de gente que necesita servicios hospitalarios y la mortalidad (cuántos de los enfermos mueren)”, comenta el médico.
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Son esas dos situaciones en donde se fijan las miradas del personal sanitario y científico, dado que el comportamiento del virus del covid, y sus variantes como ómicron, están causando infecciones entre leves y moderadas.
“En el mundo entero, los cuadros que se presentan son más leves que moderados y se asemeja a un resfriado común fuerte. Entonces, la población no percibe la necesidad de hacerse la prueba y sobre todo porque la actitud aquí ha sido que ‘esto se acabó’, aquí el mensaje ha sido ‘llevamos tantos días sin muertos’; se ha generado la percepción de que la pandemia se acabó”, expone.
Sin embargo, los mismos registros oficiales van dando cuenta del alza de casos; como ejemplo, el reporte de Salud para el 28 de mayo era de 77 casos; el 5 de junio informó de 185 y el 6 de junio 214 personas infectadas con covid.
El doctor advierte: “Aunque se comporte como resfriado o influenza leve, siempre habrá riesgo del síndrome postcovid; y mientras haya circulación activa del virus pueden surgir nuevas mutaciones”.
El síndrome postcovid o a largo plazo se refiere a que “los síntomas de covid-19 a veces pueden persistir durante meses. El virus puede dañar los pulmones, el corazón y el cerebro, lo que aumenta el riesgo de problemas de salud a largo plazo”, explica la prestigiosa Clínica Mayo, de Estados Unidos, en su página oficial.
El otro señalamiento que hace el doctor Panameño sobre nueva variantes se refiere a que “mientras haya circulación activa y comunitaria del virus, en cada transmisión de una persona a otra existe la posibilidad de que surja una mutación con características de preocupación. Puede surgir una variante o sublinaje de ómicron que supera la virulencia”, con más capacidad de transmisión.
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Pero si los argumentos del postcovid y la posibilidad de mutación de virus no son suficientes para que la población vuelva a darle la importancia al tema covid y las medidas de prevención; también existe una tercera razón.
“Si no considera (tener) covid, no guardara las medidas de precaución para no contagiar a otro, sobre todo a población de riesgo. Y, además, tengo la percepción de que ‘esto ya se acabó’; en el país hay más de un millón de personas que no se han vacunado, y esto puede generar focos de infección. Acceder a una prueba rápida de diagnóstico debe ser lo más posible para la gente”, dice el infectólogo, de quien puede contar que en su ejercicio profesional ha visto y tratado las crisis sanitarias provocadas por el VIH, dengue, zika, chikunguña y ahora el covid.
Hacerse pruebas para detectar covid también va cayendo en el desinterés de la población, excepto cuando deben hacerlo porque es un requisito, como el migratorio.
Mientras, el Ministerio de Salud sigue enviando a diferentes zonas del país, como parte de su estrategia, las cabinas móviles para hacer las pruebas PCR.
Es este punto hay dos cosas a analizar. Una es la estrategia gubernamental.
“Desde junio de 2021 , la OMS (Organización Mundial de la Salud) estableció que la técnica de tomar pruebas aleatorias ya no se considera apropiada, es un desperdicio de recursos. Desde ese momento se recomendaba hacer las pruebas en lugar donde se podía captar personas infectadas, hacerlo donde acuden pacientes sintomáticos, con cuadro clínico sospechoso”, señala el doctor Panameño.
El otro asunto a analizar es el tipo de pruebas para diagnosticar covid y el acceso a las mismas.
“Hoy día, la prueba que debe utilizarse para rastreo inmediato son las pruebas nasales rápidas de antígenos, que son mucho más baratas y menos incomodas que las PCR que se usan en el país. En el mundo entero ya se ha pasado a hacer pruebas de saliva”, señala el médico; quien añade que la “PCR se utiliza más para confirmar casos donde hay dudas, pero no para establecer estado de contagiosidad.”
El médico aconseja a Salud que le apuesta a pruebas rápidas de calidad, que la población pueda adquirir a precio accesible para hacer el diagnóstico o bien que sean proporcionadas por el Gobierno, como ocurre en otros países. “Hoy el mayor esfuerzo recae en la prueba de detección antígeno nasal. Ya la PCR se usa en casos específico”, expresa.
Ante el panorama actual, Panameño hace una reflexión: “caemos en lo que hemos señalado desde que esto inició, la importancia de la educación (sanitaria) en la población. Si la gente no ve la necesidad de usar mascarilla, menos verá la necesidad de acceder a una prueba que es incómoda. Falta una campaña educativa que nos diga que no podemos bajar la guardia; se están presentando en el mundo situaciones difíciles”.