Se han cumplido tres años desde que el actual gobierno asumió las riendas. En un país con más problemas que soluciones sería la de no terminar; sin embargo, como salvadoreño y como médico anhelo contribuir a que el país tome el mejor rumbo que pueda haber y particularmente me referiré a esa deuda histórica con el sector salud.
Empecemos por que el Plan Cuscatlán quedó en solo un plan, muy pocas cosas o nada pudo ejecutarse pues la pandemia por #COVID_19. Cambió todas las prioridades que en su momento se tenían y se tuvo que tratar con un virus totalmente desconocido que arrasó al mundo y no fue El Salvador la excepción. Presupuestos tuvieron que desviarse para atender y suplir necesidades que jamás se contemplaron y será la historia la que juzgará si lo que se hizo para enfrentar al virus fue lo mejor o fue lo peor.
Al actual gobierno le quedan en teoría dos años para tomar las mejores decisiones que beneficien al sector salud y se debe entender que sector salud no solo lo forma el personal sino que la parte más importante es el paciente y, por ende, cualquier medida que se tome redundará en beneficio de nuestra razón de ser: el enfermo.
Todas las cartas están tiradas sobre la mesa; bastaría con : 1) Darle vida a la Ley contra el cáncer que el Dr. Raúl Lara construyó para disminuir los casi veinte casos de salvadoreños que fallecen cada día y debido a que todo sucede en una forma aislada, la altísima mortalidad pasa inadvertida y solo el que tiene un familiar que adolece de cáncer sabe el calvario que se vive. Dicha ley fue vetada por el ejecutivo, es el que le debe dar vida a una ley que sería una de las mejores decisiones y acciones que este gobierno puede dejar como legado a un país donde el cáncer es una enfermedad casi invisible.
2) Crear o retomar y dar la función de la Dirección de Medicina Preventiva que en su momento se anunció y ejecutar un programa de promoción, prevención y educación en y para salud; basta un ejemplo: el país no está preparado para otra pandemia ni para una hambruna y el objetivo es predecir los acontecimientos y como tal, estar listos a enfrentar una crisis de seguridad alimentaria y nutricional que no solo el país esta a las puertas de una hambruna de gran magnitud el mundo lo esta con la guerra entre Rusia y Ucrania.
Sabemos que los presupuestos se consumen en los salarios de los empleados; sin embargo, se aumentan los presupuestos de la defensa y se debilita el presupuesto de salud y educación y qué mejor que sea el presidente de la República quien le dé un golpe de timón a su gestión y realmente cumpla sus promesas de campaña de que la meritocracia sería una de sus prioridades y no volver a repetir viejas mañas donde el amiguismo es el que contrata, a pesar de la incapacidad de muchísimos puestos que salud maneja; la vida de un paciente debe estar vigilada por las personas más capacitadas y no por la cherada, que hacen de la cosa pública un bien privado.
3) La ley de vacunas debe ser revisada y darle vida con base en el presupuesto que en dicha ley está estipulado.
4) Ver como alto riesgo epidemiológico el de los puntos débiles que parece nadie mira, como es la propagación de enfermedades en los centros penales al mezclar personas sanas con algún paciente que adolece de tuberculosis, escabiosis, amibiasis, salmonelosis, conjuntivitis y tantas mas y esto si es gravísimo pues las consecuencias se verán a mediano plazo.
5) El programa materno debe centrarse en controlar ese triste indicador de embarazo en adolescentes, a través de una verdadera educación sexual desde temprana edad.
6) No olvidemos lo frágiles que somos ante el dengue;por tanto, el programa de enfermedades transmitidas por vectores debe funcionar todo el año y no solo cuando se ve el repunte de casos.
7) Después de una pandemia y de ser un país sumamente complejo la salud mental requiere una atención especial y, por tanto, dar vida a una verdadera apuesta por mejorar la salud mental de la población. Qué grandioso sería ver que el presupuesto destinado para salud en el presupuesto 2023 fuese del 5% del PIB. Ojalá se tomen en consideración algunas de estas siete sugerencias, pues el único ganador será la población.
Médico