La misión de la NASA en colaboración con Boeing en la que se buscaba poner a prueba los vuelos orbitales con la nueva Starliner fue todo un éxito, demostrando de esta forma que se puede utilizar para volar junto con astronautas.
La nave terminó un vuelo de seis días en el que se probó las capacidades de extremo a extremo de la nave espacial con capacidad de tripulación. La nave aterrizó utilizando tres paracaídas principales y seis bolsas de aire.
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“El Programa de Tripulación Comercial de la NASA y nuestro socio de la industria, Boeing, dieron hoy un paso importante y exitoso en el viaje para permitir más misiones de vuelos espaciales humanos a la Estación Espacial Internacional en naves espaciales estadounidenses desde suelo estadounidense”, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson.
A través de esta misión espacial, Boeing logró los objetivos planificados que incluían los procesos de la nave como el lanzamiento de la Starliner, su trayectoria, el lanzamiento del Atlas V, el acoplamiento con la Estación Espacial Internacional, ingreso de astronautas y regreso de la nave con precisión, entre otros.
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“Estoy increíblemente orgulloso de la dedicación y perseverancia mostrada por el equipo de la NASA, Boeing y ULA que culminó con la finalización exitosa de la segunda prueba de vuelo orbital de Starliner de principio a fin”, dijo Steve Stich, gerente del Programa de tripulación comercial de la NASA.
Esta prueba de vuelo comenzó el 19 de mayo, cuando Starliner lanzó el cohete Atlas V desde Space Launch Complex-41 en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida.