Desde que pasó por las aulas de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), Geraldina Mendoza ha cosechado muchos éxitos, tanto a nivel nacional como internacional, algo que ella atribuye a todo el aprendizaje adquirido en la institución, donde aprendió “a tener la capacidad de pensar más allá” a dar “la milla extra” en todo lo que hace.
Ella es parte de la primera promoción de abogados graduados de la ESEN y señala que el camino recorrido no ha sido fácil, pues ha tenido que mudarse varias veces de país. Actualmente es abogada de la república de tres países (Costa Rica, El Salvador y Guatemala) y en todo su recorrido subraya los hábitos que le han cambiado la vida; uno de ellos fue la capacidad de reflexión y razonamiento crítico que desarrolló durante sus estudios en la ESEN.
“Mis catedráticos me enseñaron a tener la capacidad de pensar más allá, de cuestionarme y buscar soluciones poco evidentes a los problemas”, agrega.
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“¿Por qué elegí la ESEN?”
Los inicios de Geraldina en la ESEN fueron poco planeados, ella relata que inició sus estudios universitarios en otra casa de estudios de El Salvador. Decidió cambiar de universidad por el fuerte enfoque en negocios que tienen los estudios en la ESEN, eso le impulsó a estudiar allí la Licenciatura en Ciencias Jurídicas.
“La mezcla del factor económico con el derecho es el principal diferenciador en la ESEN (...) me siento muy orgullosa de ser parte de la primera generación de la carrera de derecho, pues todos obtuvimos conocimientos importantes en economía y contabilidad como parte del enfoque de la ESEN”, cuenta con entusiasmo.
El temple de Geraldina la ha llevado a vencer desafíos. Ella relata que ha tenido experiencias laborales en París, Francia, y en Washington, Estados Unidos, donde pudo poner en práctica su formación académica y desarrollarse en un área del derecho como el arbitraje, algo que actualmente se ha convertido en su especialidad.
Su esfuerzo y la pasión que tiene por su profesión daban buenos resultados en sus calificaciones y eso le permitió lograr una beca para estudiar su maestría en resolución internacional de controversias en Europa, específicamente en Ginebra, Suiza.
“Estudiando en el extranjero me sentía igual que todos los demás. Comprobé que mi educación fue de calidad.”, dice Geraldina.
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Ejemplo de perseverancia
Los giros en la vida de Geraldina la han hecho crecer no solo profesionalmente, sino a nivel personal.
Ella cuenta que, además de ser abogada, también es madre y esposa, por lo que siempre ha sido importante para ella el balance en lo que hace.
Uno de los últimos retos que ha tomado es ejercer como catedrática de la ESEN.
Su pasión por el derecho la vive también en las aulas donde imparte clases sobre métodos de resolución de conflictos, un área que domina por las experiencias en arbitrajes internacionales.
A sus alumnos no solo les comparte sus conocimientos jurídicos, sino también los valores con los que ella fue educada en sus tiempos de estudiante en la ESEN, para que desarrollen la capacidad de “pensar más allá”, pues son aprendizajes cruciales.
“La formación que tuve en la ESEN me permitió abrir puertas (...) pienso que elegir la universidad donde estudiarás es, probablemente, la segunda decisión más importante de la vida”.