Adriana Martínez, la madre del ejecutor del sangriento tiroteo en la Robb Elementary School de Uvalde, Texas, rompió el silencio. Su discurso ha generado muchas interrogantes que contrastan con los datos que la Policía dio a conocer sobre la perturbada mentalidad del asesino.
Con una voz suave y quebrada por el llanto, la mujer de 39 años dijo: “No sé, no tengo palabras. No tengo palabras para decir, porqué no sé lo qué estaba pensando. Él tenía sus razones para hacer lo que hizo y, por favor, no lo juzguen. Yo no más quiero, a los niños inocentes que se murieron, perdónenme".
Martínez también se dirigió a los padres de las víctimas "Perdónenme, perdonen a mi hijo. Yo sé (que) él tenía sus razones", reiteró.
Cuando se le cuestionó sobre a qué se refería cuando decía que su hijo “tenía sus razones” ella alegó: "a que se acercaran más a sus niños, en vez de poner atención a las otras cosas malas. Yo no tengo palabras. No sé".
En cuanto a las especulaciones de que el arma que Salvador Ramos utilizó para el sangriento asesinato fue un regalo por su cumpleaños número 18, Adriana lo negó rotundamente. "No. Ese es el problema. La gente pone mucha atención a las redes sociales, ese es el problema", aseguró.
❝Él tenía sus razones para hacer lo que hizo; por favor no lo juzguen. Perdonen a mi hijo❞, pide Adriana Martínez, madre de Salvador Ramos, quien asesinó a 19 niños y dos profesoras de una escuela de Uvalde, Texas. #UvaldeMassacre #enPuntopic.twitter.com/BREvAIeUQi
— Denise Maerker (@DeniseMaerker) May 26, 2022
Asimismo agregó: "Era bien calladito, bien callado, era muy penoso. Él no le molestaba a nadie, él no le hacía daño a nadie".
En otras declaraciones que dio a ABC News admitió que en ocasiones "podía ser agresivo", pero aunque perdía la cabeza, "no era un monstruo".
De niño acosado a agresor
Los nombres de algunos de los niños asesinados comenzaron a conocerse: Ellie García, Jayce Carmelo Luevanos, Uziyah García...
"Mi amorcito ahora vuela alto con los ángeles allá arriba", dijo en Facebook Ángel Garza, cuya hija Amerie Jo Garza acababa de celebrar su décimo cumpleaños.
"Te amo Amerie jo", escribió. "Nunca volveré a ser feliz ni completo".
Los detalles desgarradores de la masacre han conmocionado al país y al mundo.
En rueda de prensa, el gobernador Greg Abbott reveló que el atacante, Salvador Ramos, quien fue abatido por la policía, disparó a su abuela de 66 años en la cara antes de dirigirse a la Escuela Primaria Robb.
Ramos, de nacionalidad estadounidense, compartió en las redes sociales su plan para atacar a su abuela, quien, aunque gravemente herida, pudo alertar a la policía.
El joven envió un mensaje nuevamente en Facebook para decir que su próximo objetivo era una escuela, a donde condujo vestido con un chaleco antibalas y llevando un rifle AR-15, un arma concebida para provocar el mayor número posible de víctimas en un tiempo récord.
Un funcionario del centro intentó en vano prohibirle el acceso al centro educativo, donde logró atrincherarse en un aula y comenzó a matar a niños.
Ramos fue un niño con problemas familiares serios, que tartamudeaba y tenía un ceceo. Había sufrido 'bullying' en la escuela por sus problemas de habla, y una vez se cortó la cara "solo por diversión", contó al diario The Washington Post Santos Valdez, amigo del atacante en el pasado.
"Esto es culpa suya"
El gobernador de Texas rechazó repetidamente las sugerencias sobre la necesidad de legislación más estricta sobre armas en el estado, donde el apego al derecho a portar armas es profundo.
"Considero que esta persona encarnaba la maldad pura", dijo Abbott, repitiendo un argumento común entre los republicanos: que el acceso sin restricciones a las armas no es el culpable de la epidemia de violencia armada en el país.
"Esto es culpa suya (...) Esto es totalmente predecible desde el momento en que decidió no hacer nada", le increpó el demócrata Beto O'Rourke, un ferviente defensor del control de armas que en noviembre aspira a competir contra Abbott por el puesto de gobernador.
La postura de Abbott fue repetida por la NRA, el poderoso lobby proarmas estadounidense, que emitió un comunicado atribuyendo lo ocurrido a "un criminal solitario y trastornado".
El presidente Joe Biden, que visitará Uvalde en estos días, pidió al Congreso que se enfrente a este lobby proarmas de Estados Unidos y apruebe leyes más estrictas.
En Estados Unidos ha habido más tiroteos masivos (en los que cuatro o más personas resultaron heridas o muertas) en 2022 que días en lo que va de año, según la ONG Gun Violence Archive, que registró 213 incidentes de este tipo. A pesar de eso, múltiples intentos de reformas sobre el uso de armas han fracasado en el Congreso.
"Demasiadas veces"
La indignación también se dejaba sentir en Uvalde.
"Estoy triste y enojada con nuestro gobierno por no hacer más por el control de armas", dijo a la AFP Rosie Buantel, una residente de mediana edad. "Hemos pasado por esto demasiadas veces. Y todavía no se ha hecho nada".
El abuelo de Ramos, Rolando Reyes, de 73 años, expresó su dolor por las familias en duelo.
"Lo siento mucho y tengo mucho dolor porque muchos de esos niños son nietos de amigos míos", dijo a CBS News.
El tiroteo de Uvalde fue el incidente más mortífero desde la matanza en la escuela Sandy Hook de 2012 en Connecticut, en la que murieron 20 niños y seis adultos.