Desde un satélite se puede leer un periódico tirado en el suelo de cualquier ciudad, lo que está contribuyendo a precisar no sólo lo que sucede en Ucrania, los cuerpos que quedan abandonados después de un ataque ruso, sino la clase de tierra que cubre sepulturas cavadas dos días después de un ataque ruso con misiles a objetivos no militares.
En la revista LIFE, que dejó de imprimirse en 2007 pero publica sus reportajes especiales en versión digital, se incluyó hace años la imagen de una persona con su perro en una calle de Italia, sin que ni el uno ni el otro se dieran cuenta de que sobre ellos pasaba a gran altura el avión con la cámara.
Se dice que el conocimiento de las personas se duplica cada tres o cuatro años dados los descubrimientos que se hacen en tecnología y los avances realizados en todos los campos de la ciencia y del comportamiento humano.
En la actualidad las cámaras de vigilancia de empresas, gasolineras y viviendas contribuyen a esclarecer delitos, a seguir la pista de vehículos que escapan después de un atraco, a vigilar lo que sucede en cualquier ambiente de una ciudad.
Sorprenden proyectos que pronto pueden quedar desfasados
Muy pronto, se dice, tanto las ciudades como el campo se podrán vigilar desde satélites, por lo que meter dinero público en proyectos de vigilancia a largo plazo, como el pactado con una firma israelita cuyo propietario es amigo personal del señor presidente Bukele, sorprende; como ejemplo, cuando se compra un ordenador se sabe que cada cierto tiempo hay que actualizarlo -lo que la mayoría de veces se hace sin costo para los usuarios por los fabricantes- hasta que puede llegar un momento en que lo más practico es cambiar de aparato a causa de innovaciones en la calidad de las cámaras o la resolución de las pantallas.
Lo de mayor valor en estos avances son los nuevos tratamientos a enfermedades que agobian al hombre desde que sus ancestros bajaron de los árboles, dejaron de caminar en cuatro patas y se irguieron, dolencias que también se dan en los demás mamíferos, en los animales domésticos que sufren de reumas, problemas respiratorios, cáncer, lo que tiene desolado a un conocido cuyo gato ha perdido parte de sus orejitas por ello.
Lo que la ciencia no ha logrado vencer pero los animales por instinto lo hacen es la predisposición de los humanos de escoger como líderes de su manada a los menos capacitados mental o moralmente para tal faena; “morder el anzuelo” de charlatanes es la gran plaga que sufre el hombre desde que superó la etapa de cazador/recolector y estableció las primeras ciudades.
¿Quieren un ejemplo al respecto? Los rusos que apoyaron en ascenso de Putin al poder, el gran criminal y envenenador, el enajenado, que está precipitando al mundo a una catástrofe.