El viernes 20 de mayo, al menos 3,000 personas se reunieron en Concepción Batres, municipio de Usulután, para marchar por los derechos de la niñez.
A la concentración asistieron miembros de más de 60 iglesias de la zona oriental del país, unidas bajo la iniciativa de Compassion International, una organización que trabaja para mejorar la calidad de vida de la niñez en diferentes países.
“La marcha de hoy, decidimos hacerla porque es necesario que la comunidad se de cuenta que la iglesia también puede levantar la voz para, pacíficamente, expresar los derechos de los niños de Oriente y de todos los niños de El Salvador”, aseguró Misael Sáenz, pastor de la iglesia Josué en Gotera.
En el evento estuvieron presentes niños de todas las edades, que fueron acompañados de sus padres. Todos los menores portaban carteles, gorras o camisas con el lema de la campaña “No es normal”.
“La campaña en sí, es ese mensaje que queremos dejarles, que no es normal que los niños sean abusados en las casas, en las escuelas o en la calle”, dijo Sáenz.
Según Brenda Rivas, directora nacional y representante legal de Compassion Internacional en El Salvador, la campaña busca crear conciencia en los padres, para que no naturalicen la violencia en los niños.
“No debemos normalizar las golpizas, los gritos, los abusos sexuales, los embarazos en la adolescencia porque no es normal”, enfatiza.
Rivas explica que además de la campaña, han desarrollado una ruta de protección en tres pasos para tratar casos de violencia contra los menores. “Esta ruta de protección nos permite conocer el caso, poder denunciarlo y también tomar acciones para prevenir”, dice.
Otro aspecto en el que se encuentran trabajando es en la educación de los padres, para que sepan como tratar a los niños. “A veces vemos común que los niños sean golpeados, reciban maltrato verbal, gritos y esto no es normal. Usualmente se replican conductas de cuando nosotros sufrimos en la niñez y lo vamos transmitiendo de generación en generación y lo que queremos es contrarrestar eso”, asegura Brenda Rivas.
El sueño de los niños
Para Jeferson Trejo, de 17 años, su mayor sueño es vivir en un país seguro. “Tengo un hermano de 11 años y una hermana de 14. Yo quisiera que El Salvador sea un país sano, un poco más seguro, que haya mejor calidad de vida para que ellos puedan crecer en un ambiente seguro y que haya un futuro para ellos”, dice. Dentro de unos años, Jeferson espera convertirse en un administrador de empresas.
Katherine Navarrete cursa tercer grado y su materia favorita es lenguaje. Al crecer, su mayor sueño es convertirse en doctora para salvar vidas, pero por ahora su mayor deseo es poder salir a jugar con sus amigos en un lugar seguro.