Por Todos conocemos el ingenio salvadoreño. Durante los últimos 23 años hemos visto una amplia gama de memes políticos de todos los partidos, tres presidentes e infinidad de ministros, alcaldes y diputados. Muchas veces en los rotativos, el comentario a un artículo es un meme ofendiendo a quienes escribimos o a una tendencia política.
Y ante cada nueva noticia, cada plenaria, cada situación que se da, los memes se disparan.
Se me dijo una vez que un meme era una manera de expresarse. Estoy de acuerdo, absolutamente, especialmente porque yo fui una de las que le llamaron la atención y le pidieron que bajara todos los memes del ex Presidente Sánchez Cerén de mis redes sociales (todavía en mis recuerdos me topo con algunos).
Y si bien el meme es una manera de expresar nuestro enojo, frustración o aprobación,la pregunta es: ¿es una manera válida de hacerlo? ¿Qué beneficio le trae al país?
Les voy a presentar una caso hipotético. Imagínese que usted está descontento con el desempeño de sus empleados (porque, con el perdón de todos, al fin y al cabo los que están en el poder son empleados nuestros). Usted, en vez de hablar con ellos, se dedica a hacerles memes. Pone a la secretaria como la inútil sacándole garras en vez de manos. Pone al contador encima de la tapa del Álgebra de Baldor y le pone su nombre, y así sucesivamente.
Yo le puedo garantizar tres cosas. La primera es que se ve como un inmaduro incapaz de generar ideas coherentes. La segunda, que no va a haber cambio en sus empleados y que, después de un buen tiempo, les va a valer que les haga memes.
Y la tercera,que, si es mando medio, lo van a despedir y si la empresa es suya, va a quebrar. Bien dice el dicho: “los ignorantes hablan de personas, los inteligentes, de ideas”. Los problemas se discuten, se analizan para encontrar soluciones. Es cierto en el trabajo, es cierto en el acontecer nacional.
Ante los reales y abrumantes problemas que tenemos como país, quizás es hora que dejemos de burlarnos de ser Suiza y comencemos a pensar como los ciudadanos de Suiza. ¿Piensen que haría un ciudadano de primer mundo ante un escándalo? ¿Empezar a crear memes o exigir una explicación? Hay muchísimas maneras de responsable y constitucionalmente ejercer esa presión.
Las redes sociales están para expresarse de manera contundente y coherente, no para insultar, darle copy paste a las ideas de otros, o subir memes.
Lo único que esta mememanía demuestra es que la gran mayoría de los salvadoreños o no tiene una opinión acerca de lo que está pasando, o está tácitamente de acuerdo o tienen miedo o (mi opinión) les vale lo que ocurre en su país.
Y eso no es nuevo. Como dice la ya trillada frase “esto ha sido por los últimos treinta años”. Si los ciudadanos prefieren vivir en lalaland y pasarse memes en los celulares, pero no pueden dar una opinión ni tomar una posición, pues señores,no se quejen de lo que ocurre en el país. Este sufrido pueblo, seguirá siendo el sufrido pueblo. Con la diferencia que los que algo tenemos nos llevamos de encuentro a los que nada tienen.
Así que, la próxima vez que quiera mandarle un meme a todos sus contactos de WhatsApp piense ¿es esto lo mejor que puedo hacer por El Salvador?