El presidente ruso, Vladimir Putin, ha tenido unas cuantas apariciones en público últimamente que activaron los rumores sobre su estado de salud.
Por su parte el Gobierno ruso ha negado las versiones sobre Putin, pero los medios internacionales y centros de investigación insisten que el mandatario sufre la enfermedad de Parkinson y un tipo de cáncer del que no se conocerían los detalles.
El periódico británico The Sun ha realizado varios trabajos de investigación al respecto, recientemente citó a un analista político y ex miembro del Kremlin, Valery Solovei, quien aseguró que el mandatario padece ambas enfermedades.
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“El segundo diagnóstico es mucho, mucho más peligroso que el primero, ya que el Parkinson no amenaza el estado físico, sino que limita las apariciones públicas. Pero hay un diagnóstico fatal”, reseñó The Sun citando al ex jefe del Departamento de Relaciones Públicas del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú.
En otra investigación del instituto de investigación, Robert Lansing, aseguró en un artículo que la salud de Putin empeora de forma acelerada, dudando sobre si es capaza de mantenerse en sus funciones para fin de año.
Las señales que mostrarían el deterioro de su salud
Su salud agravada sería el motivo por el que Putin ha tenido poca presencia mediática en el desarrollo de la invasión a Ucrania.
En una reunión con el dictador bielorruso, Alexander Lukashenko, se vio al mandatario ruso tratando de controlar un temblor sosteniéndose de una mesa.
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Según Washington Examiner, Putin habría recibido visitas secretas para tratar el cáncer de tiroides y se sometió a una cirugía adicional el año pasado, además de realizar baños con “sangre de astas de venado”.