Con las leyes recientemente aprobadas por la Asamblea Legislativa, para impulsar la ejecución del Tren y del Aeropuerto del Pacífico, pasando por alto los controles que establece la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (LACAP), también se estarían brincando todos los permisos que requieren ese tipo de mega obras, advierte Luis González, de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica en El Salvador.
"Todo tipo de proyecto tiene un impacto ambiental, para ver si este impacto ambiental es aceptable o no, es necesario hacer un estudio de impacto ambiental previo a que se le otorgue un permiso, pero con estas leyes que se aprueban para facilitar estos proyectos, se brincan todos los permisos que podrían tener del Ministerio de Salud, de Economía, de Cultura, de Medio Ambiente, de las municipalidades, sin duda, es facilitar el camino a proyecto que saben que pueden tener oposición por los impactos que ocasionan no solo ambientales, sino sociales y económicos", soslayó González.
Este martes, durante la discusión en el pleno de los decretos legislativos para autorizar el inicio de ambos proyectos, los diputados de la oposición, ARENA y el FMLN, apuntaron a este aspecto como uno de los más negativos.
En primera instancia, porque no se garantiza la tutela en la protección del medio ambiente, pues tiene como fin facilitar los permisos de construcción del Tren del Pacífico y del Aeropuerto en La Unión sin resguardar el medio ambiente en las zonas costeras y áreas naturales protegidas que están dentro del ámbito de aplicación, denunció el diputado de ARENA, Rodrigo Ávila.
En opinión de la jefa jurídica Anticorrupción de Cristosal, Ruth Eleonora López, la falta de obra pública, el incumplimiento de las promesas electorales y la resistencia al control del gasto lleva al gobierno a tomar medidas desesperadas que le permitan evadir todas las regulaciones que les estorban, especialmente las relacionadas a la transparencia, la exigencia de protección al medio ambiente, la competencia y la eficiencia en el gasto de los recursos.
Sin embargo, para la diputada oficialista, Sandra Yanira Martínez, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Asamblea, los trabajos no tendrán impacto en las zonas que serán intervenidas, por el contrario, argumenta que ayudarán a la sostenibilidad de los suelos de los sectores en donde se planean hacer las obras.
"Donde se proyectan estas dos mega estructuras que se van a hacer, son lugares que es parte del corredor seco de este país, tierras que no son agrícolas, no están habitadas y no generan impacto ambiental. Y el nuevo aeropuerto será parte de ese lugar, donde ellos (ahora oposición política) crearon el Puerto de La Unión y es parte del rescate del suelo", sostuvo Martínez.
Agregó que lo anterior se conoce a través de los estudios que han hecho a nivel científico y con información aportada por geólogos para tener claridad sobre el suelo que será intervenido y en el que está asentado El Salvador.
Lo anterior también es parte de los datos que están recopilando y analizando para crear la nueva normativa de suelos en el país, ahondó Martínez.
"Los lugares donde se proyectan estas mega estructuras son lugares factibles por el uso y aprovechamiento y solo así se podrá proteger el suelo. Aunque ustedes no lo crean, los ecosistemas también los podemos proteger, incluso bajo las estructuras de edificaciones y de construcción", afirmó la diputada de Nuevas Ideas.
Desde que se conoció que el gobierno haría el Aeropuerto del Pacífico, científicos de la Universidad de El Salvador (UES), visitaron la zona el pasado 21 de abril de 2022, con el fin de hacer una evaluación ecológica rápida, para observar qué tipo de vegetación y de recursos naturales existen en el sector, como puede ser el movimiento de agua y de marea, por ejemplo.
Olga Tejada de Pacheco, coordinadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UES, explicó que ese estudio no ha sido finalizado, sin embargo, manifestó que deberán determinar las afectaciones tomando en cuenta que cerca de la zona que será intervenida con la infraestructura aeroportuaria está el Manglar de El Tamarindo y el de la Bahía de La Unión.
"Son ecosistemas frágiles, de gran importancia, porque hoy son mayores captores de carbón, es un gas de efecto invernadero, sirven de barrera de protección contra fenómenos naturales como tormentas y de protección de la línea de costa. Son criaderos de una gran cantidad de organismos de la pesca artesanal que sustentan la seguridad alimentaria. Tener manglares protegidos es mejor mil veces, que talarlos, son suelos de origen aluvial que son frágiles", añadió de Pacheco.
Según el ambientalista González, el estudio de impacto ambiental que diseñó el Ministerio de Medio Ambiente es que la construcción del Aeropuerto de La Unión será de "mediano a alto", por lo que considera que sí es necesario hacer de nuevo una investigación del impacto ambiental del proyecto. "Es una zona de manglares que compete al Ministerio de Medio Ambiente", afirmó.
Comentó que la afectación no solo es ambiental, sino también económica y social, ya que en la zona existen manglares que son fuente de vida, de consumo de comida para las poblaciones cercanas, "hay que valorar los impactos económicos, sociales y ambientales, la deforestación, calidad de agua, que se cobre conciencia que esto es un error", analizó González.
Expresó que son áreas más deforestadas a consecuencia del cambio climático, porque llueve menos en esos sitios, y proyectos como el del Aeropuerto aumentarían los daños ambientales.
"No queremos regresar a la época de las cavernas, sí creemos que debe haber desarrollo, pero que se respete la legalidad, los derechos ambientales, de garantizar que la población tenga toda la información sobre este proyecto", concluyó el ambientalista.
Señaló que debe prevalecer la justicia ambiental, lo que implica realizar una consulta pública para conocer la opinión de los afectados. El costo-beneficio es un aspecto que no puede obviarse, por ejemplo, señaló con el caso de las minerías.
"Habría que ver no solo la generación de empleos, son otros impactos como en algún momento se analizó contra los proyectos mineros ¿Qué pesaba más? ¿el agua o el oro?", argumentó.