En la Isla Meanguera del Golfo solo se tienen dos opciones: Ser pescador o agricultor. Un grupo de niños de 7 a 11 años ha venido a agregar una nueva profesión, ser deportista. “Los Guerreros del Golfo” o mejor conocidos por sus rivales como “Los pescaditos” han asombrado a la ONG Compassion y a toda la isla con sus habilidades para jugar béisbol. En menos de un año lograron ganar un torneo de béisbol infantil, sorprendiendo a todos, después de entrenar sin cansancio.
Todo empezó con la ONG Compassion, que ayuda a comunidades con algún tipo de necesidad, ya sea económica o cultural. La ONG con ayuda del CDI (Centro de Desarrollo Integral) creó un equipo de béisbol, algo totalmente distinto en el lugar. “Al principio no querían jugar porque su deporte era el fútbol, pero con el paso del tiempo hasta pedían más horas de entreno” comentó la maestra Wendy Salmerón, quien fue la primera en acercar el deporte a los niños.
Mariano Rivera, un ganador nato y una filosofía que lo hizo eterno en el béisbol
Al inicio ellos no contaban con ningún tipo de equipo para entrenar, así que en su mayoría practicaban el deporte sin zapatos, las bases eran ramas cortadas de los arboles alrededor de la cancha de fútbol, la cual fue adecuada para que los niños pudieran jugar béisbol en ella.
“Desde el principio se notaba que traían el deporte en la sangre” comentó Oviel, el entrenador oficial de los niños. Él trabaja con la ONG Compassion y el INDES y ha quedado impresionado con la habilidad y dedicación de los pequeños.
“Muchos de ellos me han comentado que quieren ser, unos abogados, psicólogos, bomberos, pero indiscutiblemente, sueñan con ser grandes beisbolistas de las ligas mayores, como Mariano Rivera” comentó Wendy.
Ídolo
Mariano Rivera es considerado el mejor cerrador de la historia del béisbol. La familia del beisbolista antes de sus grandes logros se sustentaba mediante el trabajo del padre como capitán de un barco pesquero y vivía en Puerto Caimito, un pueblo panameño que Rivera describió como pobre. Poco a poco su vida lo llevó hasta las grandes ligas y hoy está en el Salón de la Fama de Cooperstown con el 100% de los votos convirtiéndose en el primer jugador de las Grandes Ligas en ser elegido de forma unánime.
Los “Guerreros del Golfo” al enterarse que el vendría al país no podían perder la oportunidad de conocerlo. “Toda la isla se puso a ahorrar, entre todos les compramos sus uniformes, zapatos y demás cosas” comentó Lucía, una de las mujeres que más ha apoyado a los niños con la pasión por el béisbol.
Ella comentó que se prepararon con panes con frijoles, jugos naturales para poder hacer el viaje desde La Isla Meanguera del Golfo hasta el parque de pelota “Saturnino Bengoa” para conocer a Mariano Rivera. “Salimos a las 2 am desde la isla, en una lancha. No se miraba nada, todo era oscuridad, pero los niños tenían el deseo de conocerlo, así que nos aventuramos” dijo Lucia. El viaje en lancha duró 1 hora y 27 minutos.
Los niños escucharon a su ídolo hablarles sobre determinación, organización y pasión, esto los llenó de muchos ánimos para continuar entrenando. Aunque solo se tomaron una foto con el beisbolista a través de una reja, ellos se sintieron satisfechos.
Torneo
El 26 de marzo los Guerreros del Golfo se enfrentaron a dos equipos de La Unión. Estos equipos tuvieron que llegar en lancha, muchos de los niños no estaban acostumbrados a navegar así que se sintieron mareados, pero al llegar al puerto de la isla corrieron a ponerse sus uniformes.
Los Guerreros cuentan con dos equipos, uno conformado por las personas en el proyecto del CDI y otro que se creó con los niños que quisieran formar parte voluntariamente del equipo.
Con mucho esmero y pasión se enfrentaron los Guerreros contra el equipo de Amapalita y Huisquil ganando los “pescaditos” en un partido muy reñido.
Familias
Al tratarse de un nuevo deporte en la isla, no se conocía mucho de sus reglas o el cómo se debía de desarrollar, así que las madres de todos los niños se esforzaron para aprender los reglamentos y faltas para poder apoyar a sus niños desde el graderío. Los familiares durante el partido transmiten los partidos en vivo para toda la isla y personas en el extranjero, en especial a la familia Zelaya Rodríguez, que apoya enviando una remesa para comprar refrigerios, pagar al entrenador de los niños y demás insumos que ellos necesiten.
Los pequeños guerreros del golfo se sienten entusiasmados por los partidos que vienen, conocer a niños de otras partes del país con su misma pasión y salir adelante con sus sueños. Un sueño digno de admiración.