La Última Cena en el arte

La Última Cena, también llamada la Santa Cena, es una pintura realizada entre los años 1495 y 1498 por Leonardo Da Vinci (1452 – 1519), tenía entre 43 y 46 años cuando pintó esta magna obra, la cual fue encargada por Ludovico Sporza para ser colocada en el comedor del Convento de Santa María delle Grazie en Milán, Italia. Da Vinci no cobró por esta magnífica obra de arte.

La pintura se basa en el relato que aparece en el Evangelio de Juan, capítulo 13, 1-3 y 21-22. En esta escena se nos muestra la cena pascual de Jesús y sus apóstoles, durante el momento de la traición de Judas. En la pintura se observa la reacción de sus acompañantes y la forma que se encuentran distribuidos los apóstoles en grupos de 3 de izquierda a derecha.

Primer grupo (sorprendidos): 1.-Bartolomeo, 2.- Santiago y 3.-Andrés. En el Segundo grupo: 4.-Judas Iscariote (derramando la sal de un recipiente y con la bolsa de monedas en su mano) 5.- Pedro (tiene la mano entre Judas y Juan) y 6.- Juan (sin barba y más cercano al Señor). En el centro se encuentra Jesús, separado de sus discípulos. El tercer grupo (incredulidad): 7.- Tomás (con el dedo en alto preguntando si el será el que lo traicionara), 8.- Santiago el Mayor y 9.- Felipe. El cuarto grupo (discutiendo) incluye a: 10.- Mateo, 11.- Judas Tadeo y 12.- Simón.

Es interesante que Da Vinci los colocara en grupos de 3 cuando en la Biblia se nos habla de los apóstoles en grupos de cuatro, de acuerdo con la cercanía con Jesús (Pedro, Andrés, Santiago y Juan los hijos de Zebedeo; Felipe, Bartolomé, Tomás y Mateo; Santiago, Tadeo, Simón y Judas Iscariote).

Con Jesucristo situado en el centro de la imagen y los apóstoles en cuatro grupos de tres cada uno, conformando un grupo simétrico a ambos lados de la mesa. Para Leonardo Da Vinci, era importante representarlos de esta manera, aun cuando no reflejaran la distribución de cuatro discípulos tal como se mencionan en la Biblia, alejándose en este sentido de la presentación bíblica de la distribución de los apóstoles.

Mucho se ha estudiado sobre la distribución en ternas de la Santa Cena, logrando descifrar que Leonardo Da Vinci le aplicó connotaciones religiosas (Padre, Hijo y Espíritu Santo), Filosóficas (Bondad, Belleza y Verdad. Llamada Triada Platónica) y Humanas (Cuerpo, Mente y Alma).

Esta obra de arte que también es conocida como El Cenáculo (Il cenacolo) es una tela que mide 4.60 x 8.8 metros; que, a pesar de su nombre, muestra a todos los discípulos sentados del mismo lado de Jesús, como que su colocación fuera para posar de frente a los espectadores y no para reseñar la distribución de los apóstoles-comensales en la Última Cena.

De igual manera, se logran visualizar porciones de pan, vasos (no copas) de vino y agua. Se ha cuestionado que no se observa pescado sobre la mesa, pero si lo que parecen ser anguilas, que se sabe era uno de los platos favoritos del pintor. Es claro, pero a veces olvidamos que el artista no estuvo presente en ese evento y el haber pintado la escena de la Última Cena, tal cual la realizó es producto de su imaginación artística, y no necesariamente la forma en que sucedió 1500 años antes.

Por su puesto, esto no le resta mérito. La finalidad del cuadro es enfatizar el dramatismo que conlleva la traición del discípulo a su Maestro, además dentro de la perspectiva del arte durante el Renacimiento, se buscaba llamar la atención a la figura que se encuentra dibujada al centro, es decir Jesucristo. Situación que se ha logrado desde su realización, tanto es así que La Santa Cena fue denominada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980.

Doctor en Medicina y en Teología.