¡Butcha! El nombre de esta ciudad en la periferia de Kiev se ha vuelto trágico, al igual que el de Kramatorsk. Las imágenes de los cadáveres en las calles, un hombre muerto sobre su bicicleta, las unas pintadas de una señora, a pocos centímetros de las llaves de su apartamento, estremecen tanto como las de pasajeros ensangrentandos en la estación de tren bombardeada con misiles rusos el viernes.
Ciertamente Putin, entre la frustración, ha renunciado a tomar Kiev, pero no sin antes dejar una estela de destrucción y muerte entre civiles indefensos. Se habla de centenas de muertos en Butcha que ilustran el salvajismo de la agresión, al margen de las reglas, convenciones y leyes de la guerra. En Europa, en 2022, se asesina civiles. Volodymyr Zelensky, el Presidente ucrania que se reveló al nivel de la historia desde el 24 de febrero pasado, llegando en los sitios de los crímenes, llamó a nuestras conciencias. Externó el estupor, el asco frente a hechos que muchos pensaban consignados solo en las tragedias de la historia.
Butcha aparece como un nuevo símbolo de las atrocidades de las guerras. El alcalde, Anatoly Fedoruk, anunció la muerte de por los menos 350 civiles además del hallazgo de fosas comunes. En la ciudad de Mariúpol el 70% los edificios están destruidos y hay 5000 muertos confirmados por los grupos pro-rusos.
¿Qué habrá pasado en Butcha ? ¿Crimen de guerra ? Sin duda. Genocidio, como lo afirmó el Presidente Zelensky ? A este nivel de la guerra, no parece todavía establecido. Crimen contra la humanidad. Esta nefasta graduación muestra cuánto la prudencia en la análisis debe ser de rigor para evitar cualquier manipulación. Lo único que cuenta es la verdad para que se pueda establecer las responsabilidades para que sean juzgados.
Al menos 50 personas, entre ellas cinco menores, perdieron la vida después de que las fuerzas rusas llevaran a cabo un ataque con misiles contra una estación de tren en Kramatorsk, en el este de Ucrania, que estaba siendo utilizada por civiles que intentaban huir de los combates.
Crimen de guerra, contra la humanidad o genocidio, tantas dimensiones que suponen una organización, una nivel de decisión y para el genocidio, un proyecto político. Butcha debe ser el revelador de los insoportable de una guerra que empezó el 24 de febrero pasado. Rusia atacó Ucrania y desde entonces la violencia desbordó en violación de todas las reglas internacionales.
Son las convenciones de Ginebra que enmarcan las reglas de conducta, desde 1949, a adoptar en el caso de los conflictos armados. No debemos olvidar que la guerra también respeta derechos. Pero como todo, tiene obligaciones y deberes que los beligerantes tienen la obligación de cumplir en nombre del derecho internacional humanitario: el saqueo, el asesinato, la deportación de las poblaciones civiles, la ejecución de rehenes, la destrucción no justificada y a fines militares, de los bienes, constituyen crímenes de guerra.
Los actos de Butcha revelaron la muerte de civiles: unos tenían las manos atadas en la espalda, abriendo sospechas de ejecuciones. Desde 1998, estos crímenes dependen del juicio de la Corte Penal Internacional, Desde el 2 de marzo pasado, está abierta una investigación sobre Rusia. Es también dicha corte la que juzga los crímenes de genocidio tanto como los crímenes contra la humanidad.
El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional constituyó el tratado internacional en vigor desde 2002 que define todas las atrocidades: el crimen contra la humanidad se califica a través de actos de exterminio, de deportación forzada de la población o la obligación en imponer una esclavitud. Fue en el juicio de Nüremberg, en Alemania, en 1945, cuando fueron juzgados varios nazis, que ha sido establecida y usada esta definición.
Considerando el Holocausto del pueblo judío en la Segunda Guerra Mundial, el concepto de “crimen contra la humanidad” ha sido ampliado a la legislación internacional a través de una resolución de la Organización de las Naciones Unidas en 1948.
En Ucrania, las investigaciones tendrán consecuencias sobre el poder de Vladimir Putin y la implicación del poder político: ¿habrá dado una orden directa en llevar a cabo estas masacres? ¿Quiénes son las tropas rusas que estaban presentes en las zonas? ¿Quién las dirigía? Para las investigaciones que están abiertas, probar que Rusia usó el genocidio como un arma de guerra podría llevar a una acusación formal en contra del hombre fuerte ruso.
Hoy en día, la propia voluntad de destruir una nación puede ser considerada como un crimen de genocidio, definido en el artículo 6 del tratado de Roma. Se exige obtener pruebas de destrucción en una gran escala para que se pueda usar la palabra de genocidio.
Ucrania acusa a Rusia. Washington, París, Berlín, Londres, Madrid, Varsovia y muchas otros gobiernos condenan las atrocidades. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, se declaró muy “impactado” por los hechos ocurridos y reclamó una “investigación independiente”. Su homólogo de la OTAN, Jens Stoltenberg, denunció por su parte, “una brutalidad inédita en Europa desde decenios”.
El Presidente del Consejo europeo y Presidente de Francia, Enmanuel Macron, declaro que “las autoridades rusas tendrán que responder de estos crímenes”. “En las calles, centenas de civiles cobardemente asesinados”, denunció.
Boris Johnson, el Primer ministro británico, califico de “crímenes de guerra”, los ataques contra los civiles de Butcha tanto como el Presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. “Masacre de civiles desarmados” para el Presidente del Consejo italiano, Mario Draghi, cuando el canciller alemán, Olaf Scholz, reclama nuevas sanciones mientras los bombardeos siguen en varios partes del territorio ucraniano. El Presidente Volodymyr Zelensky pide más armas, como lo son los sistemas anti-misiles, los tanques. Ucrania recibió desde el principio de la guerra, 60.000 sistemas antitanques de parte de los Estados Unidos y Aliados, 25.000 sistemas antiaéreos que impidieron Moscú tomara control del espacio aéreo. Moscú rechaza todas las acusaciones afirmando que Ucrania realizó “montajes” de civiles asesinados para influir en las opiniones occidentales. A consecuencia de los actos de Butcha, la Asamblea General de la ONU suspendió el 7 de Abril pasado a Rusia del Consejo de los Derechos Humanos .
Mientras tanto, Rusia parece adaptar su estrategia, concentrándose sobre los regiones separatistas del Donbás y y en el sur de Ucrania.
El resultado de la guerra sigue siendo incierto, pero, por el contrario de lo podía pensar Moscú en el principio de su ataque, el conflicto se asienta en el tiempo. Mientras, son miles las personas que lloran a sus muertos.
Politólogo, especialista francés en relaciones internacionales, presidente de la Asociación Francia-América Latina (LATFRAN). www.latfran.fr