Ana Parada cumple hoy diez días de estar angustiada, porque no sabe dónde está su hijo Joni Iván López Parada, de 21 años. El joven desapareció el domingo 27 de marzo en la colonia Nueva Esperanza, ubicada en el municipio de San Francisco Menéndez, al sur de Ahuachapán.
Ella ya visitó la delegación de la Policía Nacional Civil (PNC), en la cabecera departamental, para indagar si su hijo había sido detenido en el marco de las redadas que el gobierno realiza. Sin embargo, en la lista de capturados no figura el nombre de su hijo.
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La madre relató que el día que el joven desapareció se encontraba en un billar de la misma comunidad. Cerca de las 11:00 de la mañana le dijo a un amigo que le prestara la motocicleta con la intención de ir a comprar pupusas.
Sin embargo, ya no regresó al lugar y la motocicleta fue hallada abandonada minutos después a unas ocho cuadras del lugar.
Familiares, amigos y vecinos se unieron para realizar una búsqueda en las zonas aledañas de donde desapareció; pero no obtuvieron ningún resultado positivo. La búsqueda fue llevada a cabo durante los dos días siguientes a la desaparición.
“En todas partes he andado (buscándolo) y no me han dado respuesta. La Policía no me dice nada, que no lo han visto, que no lo han agarrado”, relató la angustiada madre.
No tenía dinero para emigrar
Se le consultó si el joven tenía intenciones de viajar a otro país y señaló que en algún momento le comentó dichas pretensiones con la finalidad de ayudarle económicamente.
Pero descartó que lo haya hecho, sobre todo porque como familia no tienen las posibilidades económicas para costear un viaje de esa naturaleza.
“No tenía recursos; sin dinero uno no puede salir de su país y con el tiempo que estamos, no creo que haya salido”, agregó.
El día de la desaparición, el joven no cargaba teléfono celular ya que se le había arruinado.
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La madre pidió a las autoridades que le ayuden a buscar a su hijo y a las personas que tengan información sobre él, que llamen al número telefónico 7704-1837.
“Me siento angustiada porque no sé nada de él; una llamada que me diera, un consuelo que él está vivo y que me dijera algo. No saber nada de un hijo, uno se siente bien afligido porque no se sabe quién lo tendrá. He platicado con varios (amigos); al que le prestó la moto solo le dijo que le prestara la moto, ¿y adónde vas a ir? (le dijo el propietario); ‘Voy a ir a hacer un mandado’ (respondió el joven). Y se fue, según dicen es que iban a comprar unas pupusas; pero él ya no regresó”, lamentó la madre.