Cabecilla salvadoreño de la MS-13 se enfrenta a pena máxima en EEUU

El salvadoreño Francisco Javier Román Bardales, cabecilla salvadoreño de la Mara Salvatrucha, fue acusado ayer ante una corte de Nueva York por cuatro cargos relacionados al crimen organizado y el terrorismo y de ser encontrado culpable se enfrenta a cadena perpetua o pena de muerte, informó el departamento de Justicia de Estados Unidos. 

Román, alias Veterano de Tribus, es acusado de dirigir las actividades ilegales de esa organización criminal transnacional en los Estados Unidos, El Salvador, México y otros lugares durante las últimas dos décadas, junto a una docena de otros cabecillas de la MS-13. 

El pandillero originario de Ahuachapán fue localizado el 17 de marzo en Veracruz, México, luego de permanecer tres años prófugo y estar en la lista de los diez fugitivos más buscados del Buró Federal de Investigaciones, FBI por su siglas en Inglés. 

High-Ranking MS-13 Leader Arraigned in Long Island Federal Court on Terrorism and Racketeering Charges After His Arrest in Mexico

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— U.S. Department of Justice (@TheJusticeDept) March 19, 2025

Tras su localización las autoridades mexicanas determinaron que Román se encontraba sin un estatus migratorio válido en ese país, por lo que fue expulsado y capturado por las autoridades estadounidenses el 18 de marzo en el puerto de entrada de San Ysidro, en San Diego, California. 

“El procesamiento en el Distrito Este de Nueva York de este fugitivo internacional, que es uno de los cabecillas más importantes de la MS-13 en el mundo, es otro paso trascendental en el desmantelamiento de esta malvada empresa criminal, cuyo derramamiento de sangre y reino de terror atraviesa todas las fronteras”, declaró declaró el fiscal federal para el Distrito Este de Nueva York, John J. Durham. 

La fiscalía estadounidense le imputa los delitos de conspiración para cometer crimen organizado, conspiración para proporcionar y ocultar apoyo material y recursos a terroristas, conspiración para narcotráfico y conspiración para tráfico de inmigrantes.

Según la acusación Román junto a otros 14 cabecillas de la MS-13 son parte de la estructura de mando y control integrada por  la ranfla nacional, la ranfla en las calles y la ranfla en los penales, participaron en “actividades terroristas violentas destinadas a influir en las políticas del gobierno de El Salvador”. 

Las investigaciones indican que con esas acciones violentas los pandilleros obtuvieron  beneficios y concesiones del gobierno salvadoreño, durante la primera tregua entre el gobierno y las pandillas en 2012. 

Entre esas acciones, atacaron a militares y policiales; emplearon tácticas terroristas como el uso de dispositivos explosivos improvisados y granadas; operaron campos de entrenamiento al estilo militar para el uso de armas de fuego y explosivos. 

Además utilizaron demostraciones públicas de violencia para intimidar a la población civil, controlar el  territorio y manipular el proceso electoral en El Salvador.

Por otra parte, las autoridades estadounidenses indican que los acusados ​​autorizaron y dirigieron la violencia en Estados Unidos, México y otros lugares como parte de un esfuerzo concertado para expandir la influencia y el control territorial de la MS-13. 

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“Como líderes de la organización criminal transnacional MS-13, estos acusados ​​eran parte integral de la cadena de mando responsable de supervisar las clicas de la MS-13 en Estados Unidos que cometieron actos de violencia extrema, incluyendo innumerables asesinatos, intentos de asesinato, agresiones y delitos relacionados”, señalaron. 

Desde 2009 hasta la actualidad, la  Fiscalía Federal de Nueva York ha procesado  a cabecillas y miembros de la Mara Salvatrucha por cometer más de 80 asesinatos en el Distrito Este. 

Asimismo las autoridades estadounidenses indican que Román y el programa México de la MS-13 forjaron alianzas con cárteles mexicanos (Los Zetas, el Cártel del Golfo, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa) y participaron en el narcotráfico, el tráfico de inmigrantes, la extorsión, los secuestros y el tráfico de armas. 

“El narcotráfico era una parte importante de la actividad lucrativa de la MS-13, especialmente en México, y los acusados ​​utilizaron el gran número de miembros de la MS-13 en Estados Unidos para generar apoyo financiero para sus actividades terroristas en El Salvador”, declararon. 

Tras el juicio la jueza ordenó la detención preventiva para el cabecilla de la MS-13 y de ser declarado culpable, se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua o la posibilidad de la pena de muerte.

De los 14 cabecillas de la MS-13 acusados como estructura terrorista en Estados Unidos, 11 están pendientes de extradición, pese a que el gobierno estadounidense ha realizado la solicitud.

En noviembre de 2023, el Departamento de Justicia informó a través de un comunicado de prensa que el gobierno de Nayib Bukele se había negado a extraditar a 11  cabecillas de la MS-13 hacia Estados Unidos, pese a las peticiones realizadas por ese país durante el 2021 y 2022.