La abogada Ingrid Escobar se ha convertido en el rostro de la lucha del Socorro Jurídico Humanitario, un organización defensora de derechos humanos que ha denunciado a nivel nacional e internacional las presuntas arbitrariedades cometidas durante la vigencia del régimen de excepción.
Escobar relató que no es nueva en la lucha social. Ha sido sindicalista de la Asamblea Legislativa por 12 años, institución a la cual tiene demandada ante organismos internacionales por un despido que ella considera inconstitucional y arbitrario.
La abogada conversó sobre la difícil tarea que tiene, pero aseguró que seguirá en esa lucha mientras tenga vida.
¿Cuál es el motivo principal por el que usted decidió convertirse en defensora de derechos humanos?
En principio porque yo tengo 12 años de ser sindicalista, yo decidí hacerlo cuando vi la grave violación de derechos labores de mis compañeros en la Asamblea Legislativa. Fundamos un sindicato y estoy trabajando ahí desde entonces, como sindicalista. No dejo de ser sindicalista de la Asamblea Legislativa, hasta que un juez nacional o internacional determine lo contrario, porque tengo demandada a toda la junta directiva.
Ahí fue donde nació ese impulso de la defensa de los derechos humanos, sin embargo, después lo reafirmé cuando vi que en el régimen de excepción, en el 2022, comenzaban a capturar a esos compañeros sindicalistas que yo representaba, como el caso de Geovanny Aguirre, Leonidas Bonilla, Dolores Almendariz, entre otros.
Ver el sufrimiento de gente inocente es lo que me ha motivado y me ha convencido de que yo tengo que asumir mi rol de defensora de derechos humanos, por lo que dice la Constitución, pero también los tratados internacionales que yo en mi carácter individual tengo derecho a defender derechos de terceros y es lo que estoy haciendo.
En sus redes sociales ha publicado en varias ocasiones que no quiere morir, ¿Ha recibido amenazas de muerte?
Sí, claro que sí. En un principio de este trabajo yo tenía amenazas directas en las redes sociales, personas que claramente me decían que había que encarcelarme, que sería bueno que me llevaran al penal Cecot para que me violaran y me mataran.
Eso era en redes sociales, sin embargo, también lo he visto en lo presencial, a mí me siguen carros de la OIE (Organismo de Inteligencia del Estado) que tengo plenamente identificados. Tengo una carpeta con las fotos de las placas y ya los he denunciado y nunca han pedido derecho de respuesta. En muchas oportunidades incluso yo he sentido que me han querido dañar físicamente, pero no lo han podido hacer.
Igualmente, hay gente muy fanática que compra los discursos de odio como los de Walter Araujo y Cristian Guevara que me han atacado directamente en las redes sociales, entre otros funcionarios, como el mismo presidente y la gente demasiado fanatizada en las calles ya me ha lanzado comentarios como: “ahí viene la defensora de pandilleros, hay que meterla presa” y usted sabe que meter a una persona a la cárcel es sinónimo de ir a morir.
Entonces sí, yo me he sentido amenazada, estoy amenazada, tengo miedo, pero aunque sea con miedo hay que actuar.
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¿Ha puesto alguna denuncia de este hostigamiento sufrido por los supuestos agentes del Estado?
Por supuesto he denunciado el acoso ante la Fiscalía General de la República. En una ocasión me recibieron la denuncia y en la otra me atendieron, pero no me entregaron la referencia fiscal, por lo tanto todavía estoy esperando a que me la entreguen, parte de esa denuncia era la persecución de la OIE específicamente hacia mi persona como defensora de derechos humanos, pero también hacia mi equipo.
¿Cuál ha sido la respuesta de las autoridades?
Ninguna, silencio. Ellos no investigan, no hay respuesta.
Por ser mujer, ¿considera que el hostigamiento ha sido más grave?
Indudablemente, este gobierno se caracteriza por ser un gobierno misógino. Cualquier expresión de una mujer en defensa de los derechos humanos o que disienta del discurso oficialista que es misógino, somos criminalizadas y perseguidas.
Yo lo he sentido en carne propia en las redes sociales directamente por ejemplo del operador político Walter Araujo que me atacó por tres días, del exdiputado Hermann Bruch, del diputado Christian Guevara que incluso ha ido a tomar fotografías de mis redes personales y ha subido mi foto para descalificar una opinión académica sobre la situación en El Salvador.
¿Ha tenido algún apoyo de alguna organización feminista cuando se recibe este tipo de ataques?
Fíjese que he tenido apoyos individuales de mujeres que siendo defensoras de derechos de las mujeres me han preguntado cómo estoy y que se me pueden ayudar, pero específicamente de alguna organización feminista que se ha puesto a disposición no y yo tampoco lo he buscado porque estoy en una organización defensora de derechos humanos y también defendemos derechos de las mujeres.
Bajo este contexto, ¿hasta cuándo seguirá su lucha por los derechos humanos?
Yo estoy plenamente convencida que yo debo de luchar hasta el final y cuando hablo del final me refiero a, primero, hasta que tenga la salud y la vida; segundo, hasta que el gobierno y el régimen me lo permita en el sentido de que no me metan presa, por que presa ¿que más puedo hacer?, que no me desaparezcan o que no me maten, que no me causen un accidente de tránsito, porque esas son las formas de operar de la dictaduras,
Quizás meterme presa no les conviene, así como no les conviene meter pesos defensores de derechos humanos que están un poco más públicos, pero lo pueden hacer de otra forma.
Entonces, solamente si eso pasara yo dejaré de defender derechos humanos, de lo contrario, no hay forma que yo lo vaya a dejar de hacer.
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Las autoridades han criticado la forma en que el Socorro Jurídico sistematiza los datos, ¿qué puede decir al respecto?
Primero, es una gran contradicción porque cuando en Costa Rica le preguntaron (al presidente) sobre nuestros datos, él mismo asume una responsabilidad en el hecho de decir que ha liberado 8,000 personas inocentes, entonces ahí mismo él se contradice cuando al inicio decía que el margen de error era el 1%, según sus datos.
Según nuestros datos, el 12%, por lo tanto, teníamos razón porque no son inventados, sino que vienen de investigaciones, tenemos una persona que colabora en eso, tenemos criminólogos y víctimas liberadas que nos dicen sobre la cantidad de gente que tiene órdenes oficiales de libertad y no las dejan salir.
Tomando en cuenta la misma cifra del presidente, estamos en lo correcto, no solamente puede ser 25, 000 personas, pueden ser muchas más, pero como todo está en reserva, todo está oculto, no tenemos una cifra exacta, pero no hay forma de quitarle el crédito a nuestros datos (...) los que tienen que demostrar lo contrario son ellos
A usted la han criticado por su pasado político, ¿qué dice al respecto?
El artículo 85 de la Constitución dice que una forma de organización permitida en nuestro país es a través de los partidos políticos. Eso está claro, ser o haber participado en un instituto político es un derecho cívico que tenemos todos.
Incluso, el mismo presidente ha sido miembro de cuatro partidos políticos para estar en el poder. Él me ataca a mí, por el hecho que yo en un momento determinado participe activamente en el FMLN, pero eso no debería ser un delito, porque en todo caso él sería más delincuente, porque él no solo ha estado en el FMLN, partido por el que él existe políticamente, sino que también destruyó el CD (Cambio Democrático).
Además para llegar al poder por la vía constitucional, se subió al vehículo de GANA (Gran Alianza por la Unidad Nacional) y para llegar ahora al poder de manera inconstitucional al partido Nuevas Ideas, entonces él ha estado en cuatro partidos políticos.