El miércoles en la noche, al menos una docena de reclusos del sector 1 del centro de cumplimiento de penas de Izalco, en el departamento de Sonsonate, resultaron con heridas de diversa gravedad, luego de que protagonizaran un amotinamiento, aparentemente por disputas de colchonetas nuevas que el gobierno les había entregado ese mismo día, afirmaron diversas fuentes que pidieron el anonimato.
En un principio trascendió que la revuelta había tenido lugar en un sector destinado a reclusos enfermos, pero fuentes militares y de Centros Penales desvirtuaron dicha afirmación; también descartaron que los heridos sean personas ajenas a pandillas capturadas bajo el régimen de excepción.
La noticia del amotinamiento trascendió entre instancias oficiales, aproximadamente a las 8:45 p.m. del miércoles, y de inmediato se activaron las instituciones involucradas en el Comité Departamental de Protección Civil (CDPC), como Cuerpo de Bomberos y organismos de socorro, así como la Policía Nacional Civil (PNC) y el Sistema de Emergencias Médicas (SEM).
A pesar de que, según fuentes de este periódico, Osiris Luna y otros funcionarios de Seguridad se habrían presentado al penal de Izalco poco tiempo después del amotinamiento, hasta el cierre de esta nota, la Dirección de Centros Penales no había informado nada sobre el incidente, que también dejó un custodio penitenciario con heridas graves.
El Ministerio de Seguridad, la PNC y el Ministerio de Defensa también han guardado silencio sobre el incidente, lo cual ha provocado incertidumbre en familiares de reos que guardan prisión en esa cárcel, especialmente de personas que sin estar vinculadas a grupos terroristas están en esa prisión, algunos arrestados arbitrariamente bajo el régimen de excepción.
"Solo te puedo confirmar que han ingresado (al menos) 10 reos lesionados, pero se desconocen las causas", dijo un agente policial bajo el anonimato.
El sigilo con el que ha sido manejado el amotinamiento ha sido tal que, de acuerdo con fuentes policiales, se produjo un altercado en el hospital, presuntamente porque hasta a los mismos policías se les estaba impidiendo el paso al área donde los heridos eran atendidos, pues había órdenes estrictas de no dejar pasar a nadie.
Ayer al mediodía, trascendió en redes los nombres de diez de los reos lesionados, siendo estos Mario Eduardo López López, 28 años; Melvin Neftalí Pérez Hernández, José Esaú Portillo Pastora, Rosales, Rosalío González Fuentes, Víctor Manuel Mejía Castro, José Bernardo Ascencio Sermeño, José Armando Nolasco Pérez, Roberto Carlos Ascencio, Walter Iván Hernández y Walter Mauricio Pérez Liquiz.
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El Diario de Hoy confirmó que al menos cinco de ellos son miembros de la pandilla MS-13, y que años antes de la entrada en vigencia del régimen de excepción fueron capturados por delitos graves, como desaparición de personas, homicidios y extorsiones en diversos puntos del país.
Algunos de los reos heridos son del municipio de Nahuizalco, cercano a las instalaciones penitenciarias de Izalco; otros son originarios de San Julián, Armenia (departamento de Sonsonate; también hay algunos originarios de Usulután.
Ante el hermetismo de los funcionarios de Seguridad y Centros Penales, muchos familiares acudieron la misma noche al hospital Jorge Mazzini, de Sonsonate, y a las instalaciones del centro penal; sin embargo, fueron pocos los que lograron recabar datos sobre el amotinamiento pues militares, policías y custodios penitenciarios impusieron cercos en los alrededores de ambas instalaciones.
Esto último fue confirmado por vecinos tanto del penal como del hospital, quienes aseguraron que, al menos hasta ayer al mediodía, había un fuerte despliegue policial y militar fuera del hospital y de la cárcel en referencia.
Por su parte, el Movimiento de Víctimas del Régimen (MOVIR) publicó en sus cuentas de redes sociales que "a raíz del silencio del régimen, muchas familias de víctimas inocentes que guardan prisión" en dicho penal llegaron a consultar sin obtener información.
Algunos de los heridos
El nombre de Mario Eduardo López López encabeza la lista de heridos. Un nombre similar aparece en un boletín de la Fiscalía General de la República (FGR) publicado el 11 de febrero de 2021, en el que se informaba que 16 miembros de pandillas fueron sentenciados cada uno a 65 años de prisión por el homicidio de tres hermanos, crimen que cometieron en 2018.
El 29 de enero de 2018, los hermanos Jaime Ernesto, de 22 años; Óscar Alejandro, de 24, y José Mario, de 27, todos de apellidos Salazar Serrano, de apellidos Salazar Serrano, originarios de Chalchuapa, fueron privados de libertad en las cercanías del mercado Colón, de Santa Ana, y luego asesinados y enterrados en una fosa clandestina.
Los mataron por ser de Chalchuapa y señalarlos de ser de la pandilla 18, aunque en realidad los tres hermanos no tenían relación con esos grupos, según afirmaron familiares en su momento. Los cuerpos de los jóvenes fueron encontrados 11 días después, en el cantón Cutumay Camones.
De acuerdo con fuentes de este Diario, otro de los heridos es Melvin Neftaly Pérez Hernández, quien debido a su gravedad fue trasladado al Hospital Rosales. Este sujeto, originario del distrito de Nahuizalco, fue capturado en el 2017 por el delito de extorsión.
Originario del mismo distrito es Walter Mauricio Pérez Liquis, de 27 años, alias “Mosquito”. El 15 de enero de 2018 fue sentenciado a 16 años de prisión por el delito de extorsión agravada, hecho que cometió en el sector conocido como El Puente, en las proximidades de una presa hidroeléctrica ubicada en el cantón Pushtan, de Nahuizalco.
Otro de los que aparece en la lista de heridos es José Armando Nolasco Pérez. De acuerdo a fuentes policiales, este sujeto es originario de Usulután y purga una condena por extorsión agravada contra varios comerciantes del mercado regional de Usulután.