El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibirá este lunes al opositor venezolano Edmundo González Urrutia, que afirma haber ganado las elecciones frente a Nicolás Maduro y, al igual que el líder chavista, promete asumir el cargo en Venezuela el viernes.
No parece intimidarle la recompensa de 100,000 dólares ofrecida por las autoridades venezolanas por cualquier información que conduzca a su captura, ni la amenaza de detención inmediata si pisa Venezuela.
"Gustosamente lo recibiré (...). Sabe el señor González Urrutia que apenas ponga un dedo en Venezuela será detenido", ironizó este lunes el ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, en rueda de prensa.
"Edmundo González Urrutia, si pone un pie en Venezuela, será detenido y juzgado", insistió sobre el delfín de la líder opositora María Corina Machado.
González Urrutia, un exdiplomático, subió el tono el domingo enviando un mensaje a las fuerzas armadas, que han jurado "lealtad absoluta" a Maduro.
"El 10 de enero, por la voluntad soberana del pueblo venezolano, yo debo asumir el rol de comandante en jefe", dijo en un video publicado en sus redes sociales.
Una fuente estadounidense confirmó a la AFP que Biden recibirá este lunes a González Urrutia pese a que la reunión no está agendada.
Almagro y congresistas
González Urrutia prevé hablar asimismo con el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro, informaron a la AFP fuentes de la oposición.
También tenía previsto asistir a una reunión del Consejo Permanente de la OEA, el órgano ejecutivo de la institución, pero se ha cancelado debido a la nevada que ha caído sobre Washington, añadieron.
El martes se reunirá con congresistas, como el senador republicano Rick Scott, cercano al presidente electo Donald Trump.
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Se desconoce si hablará con Trump, quien sucederá a Biden en el cargo el 20 de enero. Marco Rubio, el futuro jefe de la diplomacia estadounidense, es un firme opositor a Maduro, a quien ha tachado de "dictador".
González Urrutia, exiliado en España desde septiembre, ha prometido que volverá a su país para ser investido presidente "por cualquier medio".
Antes ha emprendido una gira internacional. El fin de semana se reunió con los presidentes de Argentina Javier Milei, en Buenos Aires, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou, en Montevideo. Y el domingo habló por videoconferencia con el jefe de Estado de Paraguay, Santiago Peña.
Tras su visita a Estados Unidos prevé viajar a Panamá y a República Dominicana.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro vencedor de las elecciones del 28 de, sin haber publicado hasta ahora el detalle de las actas, como exige la ley.
Manifestaciones de protesta que estallaron tras los comicios se saldaron con 28 muertos y más de 2.400 detenidos, de los cuales cerca de 1.400 han sido puestos en libertad condicional. Tres de los arrestados murieron en prisión.
Washington, que acusa a Maduro de narcotráfico y ofrece una recompensa de 15 millones de dólares por su captura, ha impuesto restricciones de visas a 2.000 venezolanos por su papel "en el debilitamiento de la democracia", "corrupción" o "violación de los derechos humanos".
En las calles
En Venezuela el gobierno avanza en los preparativos para la investidura, con un despliegue de funcionarios policiales y militares.
"¡El 10 es la cosa! Ya saben. Nos vemos en las calles, en las esquinas, en el barrio (...). El 10 juramos por Venezuela", publicó Maduro en las redes sociales, animando a sus seguidores a acompañarle.
La oposición ha llamado a plantarle cara. "Sal, grita, lucha, es el momento de pararnos firmes y hacerles entender que hasta aquí llegaron, que esto se acabó", pidió Machado en un video divulgado el domingo.
La carismática líder, que vive en la clandestinidad, lleva meses pidiendo a la comunidad internacional que ponga al gobierno de Maduro contra las cuerdas.