La huelga general convocada contra los recortes de Volkswagen en Alemania es un caso más de intentar revertir realidades económicas, cuando los costos de producción sobrepasan los ingresos obtenidos con las ventas de vehículos y servicios.
Cuando un pequeño negocio sufre una baja en las ventas se ve obligado, contra sus deseos, a reducir el número de personas que emplea, por más que le duela aunque por un tiempo pueda reducir sus salarios.
Eventualmente no queda más remedio que contraer operaciones para no ir a la quiebra, lo que afectaría más en el caso de la Volkswagen, que el cierre de unas plantas de esa icónica marca, que logró fama internacional lanzando el "escarabajo", que únicamente se continúa fabricando en México.
Hace muy pocos días el régimen bukelista suprimió de golpe la seguridad privada del Seguro Social, para encargar la vigilancia a miembros de la policía, lo cual sólo hace pensar que ya no hay dinero para pagar esa y otras cuentas. No es, por desgracia, el único mal que aqueja al Seguro: los médicos señalan que hay menos insumos como guantes, hipodérmicas, medicamentos esenciales, o como algunos dicen, casi como en la Cuba de hoy, la de los apagones, cuando los pacientes tienen que llevar sus propios guantes e insumos, hasta medicamentos, para ser intervenidos en una u otra forma.
Es obvio que la interrogante sea ¿cuál es el destino de tantos préstamos y ayudas externas que mes a mes están los puyabotones de la "Asamblea" aprobando?
Con un país endeudado, ¿qué se les ofrecerá a los connacionales que regresen?
En las presentes condiciones en que se encuentra nuestro país, el próximo presidente de Estados Unidos amenaza con buscar incluso "en escuelas, lugares de trabajo, por la calle, en barrios..." a 11 millones de inmigrantes irregulares --salvadoreños y de otras nacionalidades-- y deportarlos, una promesa sin sentido dada la cantidad de familias, negocios y comunidades que dependen de ellos, algunas que ya se han declarado "santuarios" como Los Ángeles, San Diego y California como estado, además de Nueva York, Illinois, Oregón y Washington.
El "zar de fronteras" ya anticipó que comenzará su "cacería" en Chicago.
Lo contradictorio en todo esto es que pueden expulsar a gente honrada y productiva que ha contribuido a la grandeza de ese país, mientras que se indulta a decenas de procesados y sentenciados por asaltar el Capitolio, un golpe artero contra el alma de la nación.
Ciertamente, entre las personas que han llegado de diferentes países hay criminales que han formado bandas incluso, pero no todos los inmigrantes lo son.
¿Qué sucederá con los que efectivamente sean deportados al llegar a un país donde hay escasez de empleo además de que dadas las imparables e impredecibles medidas resulta muy difícil hasta para los "nativos" poder sostenerse en un momento en que "de ocurrencia en ocurrencia del dictador" la mitad de la población ha caído en la pobreza?
La fórmula que sacó a Alemania del desastre causado por los nazis, los bombardeos de los Aliados pese a que se había rendido y la previa Gran Inflación, la peor de la historia mundial, es la de bajos impuestos, pocas regulaciones, seguridad al dueño de bienes y un Orden de Derecho inviolable.
Pero sin bombardeos, a puras ocurrencias y con gran frecuencia a causa de la corrupción, cualquier país puede hundirse, como está sucediendo a la narcodictadura venezolana y pasa en Rusia con las demenciales posturas del criminal de guerra y asesino serial Putin, que no cesa de enviar a la trituradora de carne humana a más y más personas...