La Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) implementará en los próximos días una campaña de comunicación para educar y sensibilizar sobre la protección de la cuenca del río Paz,
y la amenaza del extractivismo para El Salvador.
Por ello, se encuentra licitando los servicios para realizar la consultoría, que se elaborará en un periodo de seis meses.
El extractivismo es el proceso de extracción de recursos naturales y materias primas de la tierra para vender en el mercado mundial; entre ellos oro, diamantes, madera y petróleo.
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La publicación de la consultoría fue realizada el 29 de noviembre, dos días después de que el presidente Bukele se mostró, públicamente, a favor de la minería.
“Somos el ÚNICO país en el mundo con una prohibición total de la minería metálica, algo que ningún otro país aplica. ¡Absurdo! Esta riqueza, dada por Dios, puede ser aprovechada de manera responsable para llevar un desarrollo económico y social sin precedentes a nuestro pueblo”, escribió el mandatario en su cuenta de X.
En el documento, la UNES señala que El Salvador está bajo la amenaza de un creciente extractivismo, que se manifiesta en minería metálica transfronteriza, pero también en minería no metálica en el territorio salvadoreño, el área de intervención en la depresión del río Paz y en varias depresiones de ríos más pequeños, todos los cuales desembocan en el Pacífico.
La entidad prevé mostrar y contar la importancia del cuidado y conservación de la cuenca, así como la amenaza del extractivismo en el territorio a través de productos visuales y audiovisuales (infografías, afiches, vídeos).
Esto debido a que uno de los problemas que enfrentan las comunidades, río arriba, es la erosión del suelo; mientras que aguas abajo, los sedimentos arrastrados impiden la escorrentía normal del agua y aumentan el riesgo de inundaciones en caso de fuertes lluvias.
“La erosión está causada, por un lado, por métodos de cultivo agrícola insostenibles y, por otro, por la grave deforestación provocada por la ausencia generalizada de una política gubernamental de protección de los bosques”, señala el documento.
La población de las comunidades rurales vive principalmente del cultivo de alimentos básicos y, en menor medida, del cultivo de hortalizas y frutas.
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La mayor parte de la producción se destina al autoconsumo, y los pequeños excedentes se comercializan principalmente a nivel local.
Datos de la Oficina Técnica Nacional de El Salvador del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) y Catholic Relief Service de El Salvador (CRS) indican que la cuenca del río Paz tiene una superficie de 91,351 hectáreas.
Otra fuente señala que el río Paz nace en las montañas de Quezada (cerca del volcán Amayo), al noroeste del departamento de Jutiapa, en Guatemala. El río sirve como frontera natural entre dicho país y El Salvador.
El tema del extractivismo ha tomado relevancia en los últimos días tras la intención del presidente Bukele de reactivar la minería en el país.
Por ello, recientemente, la UNES y el Colectivo Madreselva sostuvieron una reunión con representantes de las Procuradurías de Derechos Humanos de El Salvador y Guatemala, donde el centro del diálogo fue la protección de las cuencas transfronterizas “amenazadas por las industrias nocivas, como la minería”.
La UNES prevé generar una reunión presencial en Guatemala para la continuidad del diálogo en defensa de las aguas compartidas.
Bukele aseguró, el jueves anterior, que pedirá que se derogue la Ley de Prohibición de la Minería Metálica. Dicha ley fue aprobada en abril de 2017.